El proyecto del pabellón de Noruega fue presentado aquella jornada de 1990 en Sevilla por parte del comisario de este país, Haakon W. Freihow, un pabellón que tuvo como tema central el agua, elemento básico de la historia y de la vida económica y social de la nación nórdica.
El pabellón de Noruega comenzó a construirse en verano de ese mismo año 1990, con un presupuesto de mil cien millones de pesetas, un gran pórtico de hielo <<la catedral del hielo>> fue la expresión utilizada por los creadores del pabellón, fue la entrada a la exposición interior y estuvo construida por hielo duro y pulido, mantenido incluso en medio de altas temperaturas gracias a sofisticadas técnicas de congelación que no fallaron por muy caluroso que fuera el verano sevillano.
El Pabellón de Noruega tenía como tema el Agua, estaba dividido en cuatro partes principales: el cuenco de Agua, la catedral de Hielo, el tubo y la planta de las tapas.
La parcela noruega está cubierta por el cuenco del agua, el cuenco está elevado por encima del suelo en un metro como un tubo flotante de aluminio y la catedral de Hielo ascendían a través del Cuenco de Agua como una torre, también de aluminio, y equipada con botavaras, mástiles y velas que recuerdan las tradiciones marítimas noruegas.
La mayor parte de la parcela de Noruega estaba ocupada por un gran estanque decorado con motivos marinos y símbolos de la Noruega antigua y moderna, en el nivel superior se situaron el pórtico de hielo y un gran tubo de cuarenta y cinco metros de largo y más de siete metros de diámetros que compondría el área expositiva y en la que podían entrar treinta visitantes al minuto para hacer un recorrido en el que una serie de efectos daban al público la idea de encontrarse dentro del mar.
El tubo en sí estaba construido mediante un método avanzado que utiliza el hormigón basado en las tecnologías de las plataformas petrolíferas del Mar del Norte. Dentro del tubo, los visitantes participaban, mediante avanzadas técnicas audiovisuales, en el viaje que sigue el agua desde el hielo que se derrite en la montaña hasta el fondo de los océanos. Durante el viaje se hacía referencia a la industria, la pesca, la energía y al futuro común.
Noruega utilizó su participación en la Exposición Universal de Sevilla para avanzar y promocionar su organización de los Juegos Olímpicos de Invierno de 1994 en Lillehammer y demostrar que es parte importante de Europa y un socio tecnológico en el que el resto de los países del continente puede confiar.
Noruega fue el tercer país en firmar el contrato de participación con la organizadora de la Expo’92.