Nos trasladamos al 8 de Julio de 1992, fecha en la que se celebró en el recinto de la Exposición Universal de Sevilla el día de Honor de la ONCE en una Exposición sin barreras, este fue el lema de esta entidad que consiguió que cualquier persona con minusvalía tuviera acceso a todos los pabellones del recinto.
Aquella jornada comenzó desde muy temprana hora y las colas presentaban un aspecto muy diferente al de cualquier otro día de la muestra porque algunos visitantes, los más madrugadores, habían conseguido un asiento muy peculiar. Aunque el artilugio era de lo más simple, un cartón prácticamente plano, cuando este se abría se convertía en una especie de cajón que permitía, al menos, un respiro en el cansancio de la Expo.
Estos peculiares asientos, que llevaban publicidad de la ONCE impresa, fueron, junto a todos los globos rojos que se vieron aquella jornada en el recinto, los recuerdos que distribuyó la ONCE durante el día de Honor de su pabellón.
El Palenque estaba prácticamente lleno cuando subieron al escenario el presidente de la Fundación ONCE, José María Arroyo, el comisario general de la Muestra, Emilio Cassinello y la ministra de Asuntos Sociales, Matilde Fernández, durante las intervenciones se pudo ver una nota distintiva con respecto al resto de las jornadas en la Expo: dos azafatas traducían en el lenguaje gestual de los sordomudos las palabras que se decían en el espacio escénico.
El primero en intervenir fue el comisario Cassinello, quien destacó la contribución de la ONCE a conseguir una Expo sin Barreras.
<<En el recinto de la Cartuja no sólo se ha querido que estuvieran visitantes de todos los pueblos y de todos los países, si no que su accesibilidad ha sido planificada para que nadie se quede sin disfrutarla. En Expo 92 no hay trabas para nadie y la ONCE nos ha ayudado a hacerlo>> comentó el comisario Emilio Cassinello durante su intervención en el día de Honor de la Organización.
Por su parte el presidente de la Fundación ONCE, José María Arroyo, comentó el objetivo de la entidad en la que querían integrarse en una sociedad que necesita ayuda, mientras la ministra de Asuntos Sociales, Matilde Fernández, alabó la gran labor de la entidad y calificó la ONCE como el instrumento que han forjado los ciegos para avanzar en la integración de personas invidentes pero también de todo el colectivo de personas con minusvalía.
Tras las intervenciones en el Palenque y ya en el atardecer se realizó un desfile deportivo a cargo del equipo paraolímpico Barcelona’92 con el que finalizó la programación elaborada por la ONCE para demostrar que los minusválidos son capaces de llevar una vida similar a la del resto de las personas.
Este objetivo se manifestó en el pabellón de la ONCE con una Expo sin Frontera, en el que declaró el director general de la entidad, Miguel Durán, que las próximas exposiciones tomaran la idea que ellos han querido mostrar en el recinto de la Isla de la Cartuja y que de esta manera no se le niegue el acceso a ninguna persona.