Kenia se vistió aquella jornada de gala para celebrar su Día Nacional en la Expo 92, con un conjunto de actos culturales y protocolarios que estuvieron presididos por el ministro de Comercio de Kenia, Arthur K. Magugu.
El ballet <<Uméme>>, cuyo significado es <<Trueno>> resonó en el Palenque y en la Plaza de África, haciendo honor a su estrepitoso nombre.
Kenia es un país que vive principalmente de la agricultura y del turismo. En el pabellón de este país africano se mostró el aspecto comercial, cultural y turístico entre sus principales contenidos. El visitante descubrió a Kenia a través de sus fotografías y de los artículos típicos que estaban a la venta en la tienda de este pabellón.
En un monitor, situado en una esquina del pabellón, se proyectaba continuamente una película sobre Kenia, su paisaje y su historia. Esta proyección, de quince minutos, fue una invitación a los visitantes para que se lanzaran a la aventura y contemplaran en directo las maravillas de estas tierras.
Kenia contó con un pabellón en la primera planta de la Plaza de África, junto a otros trece países africanos. El recorrido comenzaba tras cruzar un puentecito de madera que atravesaba un simbólico rio, rodeado de palmeras, cocoteros y otros árboles que recordaban la selva africana. Dos jirafas realizadas en madera se escondían entre las hojas de los árboles.
Las paredes del pabellón estaban cubiertas de enormes fotografías en las que el visitante percibía las maravillosas montañas, costas y gentes que habitan la tierra de <<los cinco animales más grandes: el león, el elefante, el leopardo, el rinoceronte y el búfalo.
Los productos industriales de Kenia estaban presentes en una gran vitrina <<principalmente dedicada a los productos alimenticios y agrícolas que fueron los más importantes en este país>>.
Latas de té, bolsas de café y frutos secos como la <<Macadamia>> destacaron entre los contenidos. La cerveza <<Tusker>>, el vino de papaya y los zumos de piña también fueron mostrados a los visitantes como parte de las bebidas nacionales más populares.
Uno de los atractivos del pabellón fueron los juegos (como los de ajedrez) realizados en piedra de esteatita. Esta piedra, parecida al mármol procede de <<Tabaka>>, de la zona oeste de la provincia de Nyanza. Sus múltiples colores permitían a escultores especializados realizar bellos objetos de colores que van desde el rosa oscuro hasta el blanco marfil. Según las explicaciones que el visitante podía encontrar sobre la esteatita, destacó la importancia de esta piedra que también se trabaja en otros colores después de aplicarle un tinte.
Las tallas de madera estaban presentes a lo largo de todo el recorrido; estos objetos, que representaban animales africanos estaban puestos a la venta del público con precios que oscilaban desde las 1000 hasta las 35000 de las antiguas pesetas. Los adornos, pulseras y bolsos elaborados a mano mostraban uno de los grandes atractivos del pabellón para el sector de visitantes femeninos principalmente.