Legado Expo advierte que la desaparición del Canal y de sus elementos singulares sería un atentado contra la ciudad.

Legado Expo considera que el Canal es una oportunidad para reforzar y no para borrar.

Ante la reciente noticia sobre la propuesta de recalificación del Canal de la Expo en la Isla de la Cartuja, con el fin de impulsar la creación de un espacio empresarial, comercial y hotelero en el recién renombrado Sevilla TechPark, Legado Expo manifesta su profunda preocupación por el destino de elementos clave del legado de la Exposición Universal de 1992.

Ni la réplica del cohete Ariane-4, ni la maqueta del satélite Hispasat, ni la emblemática antena que aún sobreviven en la Cartuja, cuentan con protección legal actual. Desde la Asociación se insta a que sean declarados bienes patrimoniales directamente protegidos, evitando su deterioro o sustitución, como ya se advirtió ante la recalificación del Canal de los Descubrimientos.

No hay en el proyecto mención alguna sobre la altura y posición de los nuevos edificios que se prevean levantar, e inquieta seriamente que estas actuaciones desvirtúen la visión histórica de los arcos de la Plaza del Futuro —especialmente vista desde la calle Torneo—, rompiendo su coherencia arquitectónica y paisajística. Por otro lado, los Jardines del Guadalquivir y el entorno del Canal presentan un grave déficit de mantenimiento. No basta con “recuperarlos”: requieren de un plan continuo y eficaz para su conservación, alejándose del estado actual de abandono reiteradamente denunciado.

Asimismo, la discoteca que ocupa la vía pública durante los fines de semana es un ejemplo de los tipos de usos que no encajan con el respeto que exige un entorno histórico y cultural. En lugar de perpetuar este tipo de actividades, Legado Expo propone su eliminación y sustitución por usos compatibles con la memoria colectiva de Expo 92.

Revitalización sin sacrificar el patrimonio histórico
La Asociación apoya la revitalización de Sevilla TechPark como motor económico, tal y como quedan reflejados en los datos del último ejercicio: 5 .513 millones de euros de facturación, 575 empresas y 31.667 trabajadores. Pero este crecimiento debe vincularse a un modelo que no sacrifique el patrimonio histórico ni el espacio público.
Una adecuada recalificación puede y debe reforzar el ADN de la Expo 92, respetando sus hitos y su memoria.