Una de las facetas más originales y polémicas de la comercialización de la Expo’92 fue el desdoblamiento de los sectores patrocinables. Por ejemplo por primera vez en la historia, una exposición tuvo cuatro bancos oficiales (Hispano, BBV, Central y Banesto), en lugar de uno sólo, como era tradicional.
También por primera vez, un sector tan potente como el informático fue desdoblado y sectorizado para conseguir más fondos. La Expo’92 tuvo como patrocinadoras, proveedoras o asociadas nada menos que cincos empresas que operaban en sectores similares: Siemens, Alcatel, Rank Xerox, Fujitsu e IBM, sin mencionar a otras como Philips y Telefónica Española, que operaban en sectores muy cercanos.
Lo cierto es que gracias a la multiplicación de patrocinadores de Expo’92 la Muestra Universal recibió más ingresos de lo esperado, en bebidas sin alcohol, la multinacional Coca Cola, después de un periodo de dudas y de una durísima competencia con su rival más directo, Pepsi Cola, estaba durante aquellos meses finales de 1989 a punto de firmar los protocolos como proveedor oficial, concesionario y el de venta en exclusiva de sus productos en el recinto (con máquinas automáticas.
En un sector tan próspero como fue durante la Expo’92 el fotográfico ocurrió algo parecido. La multinacional japonesa Fujifilm se quedó con la concesión mientras que la estadounidense Kodak, que había comenzado a negociar antes, se debatía en la duda.
La empresa norteamericana fue tan sensible a la pérdida de esta oportunidad que, desde entonces, intentó convencer a las autoridades de USA de que sus productos son típicamente americanos y que, por lo tanto, deberían ser presentados en el pabellón nacional como tales.
Cruzcampo fue también proveedor oficial de cervezas y dispuso de una gran red de ventas en el recinto, mientras que la original sociedad Tierras del Jerez consiguió la exclusividad para vender vinos generosos desde un peculiar pabellón diseñado para la gastronomía y el espectáculo ecuestre.
La holandesa Philips fue proveedora oficial de la iluminación y presentó en el recinto de la Isla de la Cartuja adelantos técnicos que fueron muy interesantes.
Por su parte, el consorcio Australian Primary Industries, con categoría de empresa asociada, utilizó su participación en la Expo 92 para establecer una cabecera de puente en la Europa comunitaria, mientras que la ONCE, adquirió el rango de empresa asociada y rentabilizó su participación y presencia en la Exposición exportando su modelo organizativo, considerado como uno de los mejores existentes entre las entidades afines del resto del mundo.