Nos trasladamos a otro de los grandes hitos de la construcción vivida para la Exposición Universal de Sevilla como es su aparcamiento, para llegar a la Isla de la Cartuja durante la muestra se hizo el mayor parking construido en el mundo en aquellos años, con capacidad para 40.000 turismos, 1410 autocares y 2.578 para servicios. El parking fue utilizado durante los seis meses por más de cuatro millones de turismos.
Durante aquel 8 de noviembre de 1991 se firmaría en la Isla de la Cartuja el contrato de concesión de la explotación del aparcamiento de turismos de Expo’92 que ocupó una superficie de cien hectáreas en las zonas de Isla de la Tercia, Banqueta y Charco de la Pava.
Este aparcamiento con una capacidad de cuarenta mil vehículos, fue el más grande del mundo, por lo que se incluyó en el libro Guinnes de los récords. Con una longitud de siete kilómetros y medio y que durante la exposición dispuso de un servicio de transporte en autobús con diecisiete paradas, cuyo trayecto enlazaba a los usuarios del aparcamiento con la terminal de lanzadera de las Puertas Aljarafe (Oeste) y Puerta Triana (Sur).
El aparcamiento de la Expo 92 tuvo un horario de funcionamiento ininterrumpido, desde las siete y media de la mañana a las cinco de la madrugada y empleó a trescientos cincuenta trabajadores encargados del mantenimiento de las instalaciones y de su vigilancia, un aparcamiento con nueve accesos conectados con la recién estrenadas en aquellos años red arterial de Sevilla.
El contrato de concesión fue firmado por Jacinto Pellón, presidente de la Sociedad Estatal y Juan Entrecanales en representación de Etime, empresa filial del grupo Entrecanales y adjudicataria de la explotación del servicio de aparcamientos de la exposición.