15-09-1992. Se celebra el Día Nacional de Costa Rica en Expo 92

#expohemeroteca: 15 de septiembre de 1992

Plaza de América.

Nos marchamos esta jornada al Día Nacional de Costa Rica en Expo 92 que estuvo presidido por el vicepresidente de la nación, Arnaldo López.

Para celebrar este día, Costa Rica preparó dos espectáculos en El Palenque y el Auditorio de Plaza de América, donde sus escenarios se llenaron de música y danza con la Compañía Nacional de Danza y el cantante de música experimental Adrián Goizueta, que hizo una mezcla de música precolombina y colonial con técnica actual.

Lograr la armonía entre el hombre y la naturaleza, además de conservar y proteger su patrimonio cultural y natural, fueron las claves de la presencia de Costa Rica en la Exposición Universal de Sevilla.

La preocupación de este país centroamericano por el futuro de la naturaleza quedó patente en la proclama realizada por el presidente de Costa Rica, Ángel Calderón, que se encontraba expuesto en la entrada del pabellón: <<Es una instancia a los países de todo el mundo para que juntos podamos cuidar las riquezas naturales de la tierra>>.

Bandera de Costa Rica.

La entrada del pabellón de Costa Rica nos introducía en los dos temas fundamentales que desarrolló este país en el interior de Plaza de América de la Muestra Universal. A la izquierda, el mural <<Génesis Precolombino>>, obra del artista Carlos Valenzuela, arquitecto del edificio, mostraba la integración armónica del hombre precolombino con la naturaleza a través de una representación estilizada de piezas arqueológicas.

A la derecha, la proclama del presidente de Costa Rica, Rafael Calderón, hacia el nuevo orden ecológico de cooperación internacional presentada en la <<Cumbre de la Tierra>> celebrada durante los meses de la Exposición en Río de Janeiro.

En el centro, a modo de separación de los mensajes arqueológicos y ecológicos, se habían colocado dos reproducciones de las esferas de piedra que hacían los indígenas en tiempo precolombinos.

Ciento cuarenta y dos joyas precolombinas originales fechadas entre los años 500 a.C y 1550 d.C integraron la única exposición que presentaba Costa Rica. Una gran muestra de arte de oro y jade, valorada en mil millones de pesetas.

Interior Pabellón de Costa Rica.

 

Los aspectos sociales de las culturas precolombinas costarricenses, sus costumbres, estuvieron representadas por algunas de las piezas de esta colección. Costumbres tenían muchas y muy variopintas, pero quizás una de las más curiosas fue la del culto a las cabezas trofeos, una costumbre extendida entre los pueblos precolombinos de Costa Rica y de gran difusión entre las culturas suramericanas. Este culto consistía en cortar la cabeza del enemigo vencido en la batalla ya que para el aborigen significaba el obtener el conocimiento y el poder del guerrero muerto.

Otras de las piezas muy interesantes fue el incensario, asociado a usos ceremoniales, muy comunes en la región de la Gran Nicoya. Su forma cónica y las aberturas de su parte superior permitieron la salida del humo cuando se quemaba el incienso, lo asemejaban a un volcán.

La visita al pabellón de Costa Rica culminaba en un gran <<bosque tropical>>, recreación del Parque Nacional <<Rincón de la vieja>>. Una cascada, la réplica exacta de la base de un ceibo cuyo modelo real alcanzaba la altura de setenta metros, 250 lianas, nidos de pájaros, de termitas, avisperos, plantas tropicales, todo ello natural, daban muestra de la riqueza forestal costarricense.