El 5 de Julio de 1990 se adjudica a la empresa Dragados y Construcciones la primera fase de las obras del pabellón de Andalucía en la Expo’92 por un valor de 526.946.327 pesetas.
La reunión de la mesa de contratación estuvo presidida por el consejero de la Presidencia en funciones aquel mes de Julio de 1990 por Gaspar Zarrías, y asistieron también el director del pabellón, Antonio Rodríguez Almodóvar, y otros técnicos de su departamento.
La publicación del concurso abierto en aquella jornada para la adjudicación de esta primera fase de la obra fue muy bien acogida y prueba de ella fue las seis propuestas presentadas que aglutinaba a las empresas líderes del sector.
Esta primera fase del proyecto, realizado por el arquitecto Juan Ruesga y cuyas obras comenzaron días después con los trabajos de movimientos de tierra, cimentación y estructura.
Según declaró Rodríguez Almodóvar aquel día, al ritmo que se trabajaba en las obras el pabellón estaría finalizado hacia noviembre de 1991, el director del pabellón también manifestó su satisfacción por la adjudicación de la primera fase de obra del pabellón, que se producía justo al año de tomar posesión en este cargo como director y que le situaba en un magnifico lugar para cumplir todo el calendario previsto.
La situación del Pabellón de Andalucía junto al Puente de la Barqueta, en uno de los accesos principales al recinto de la Exposición, y en el inicio del recorrido por los pabellones autonómicos situados en torno al Lago de España lo hacía mucho más atractivo. Así mismo, su volumetría, morfología y características cromáticas, lo conviernten en un elemento de notoria visibilidad desde el centro histórico de la ciudad.
El Pabellón conforma una metáfora visual, que habla de la cultura de modernidad en Andalucía, fundamentalmente con un cilindro con numerosas ventanas pequeñas que se inclina 15 grados revestido de esmalte cerámico azul.
El cilindro representa desde las raíces de la tradición, la modernidad, el espíritu artístico y cientítico en evolución, que se superpone a la cultura existente, y que se desarrolla apoyada en ella. Un gran basamento de mármol blanco de Macael representa en este proyecto del arquitecto Ruesga Navarro esta cultura tradicional, surgiendo de ella la cultura elaborada representada por una pieza de base elíptica en piedra arenisca de Padul.
El edificio formalmente tiene resonancias de las casas torres de la cultura árabe, y alojaba en el gran cilindro inclinado los espacios principales de espectáculos, cine en 360 grados, restaurante y mirador.
El Pabellón se organizó en tres niveles, estando en el primero la recepción e información general, tienda, audiovisual y el comienzo de la zona de exposición <<La memoria Productiva>>, cuyo cuerpo básico se sitúa en el segundo nivel, con dos plantas interrelacionadas entre sí, con la zona central, en el cilindro, de 7 metros de altura.
Se instaló en la planta principal un estudio de radio digital, mientras en la planta segunda se encontraba las dos salas diseñadas por Jean de Vitry, donde se proyectaba la película <<Horizonte Andaluz>>.
En el tercer nivel se encontraban los espacios de restauración, que ocupó una corona circular sobre la zona del foro, dispuesto en dos niveles con acceso a la terraza mirador en la que destacaban esculturas andaluzas contemporáneas. En la planta semisótano, con acceso directo desde el exterior a través de un patio inglés, se situaba el bar del Pabellón con escenario para actuaciones y plató para Canal Sur Televisión.
La estructura general del edificio es de hormigón armado, conformada por un cilindro inclinado de generatriz circular y otro vertical de generatriz elíptica, conectados monolíticamente a los pilares exteriores mediante losas.
El pabellón de Andalucía proyectado como un edificio permanente en el recinto de la Isla de la Cartuja, fue transformado al finalizar la Expo’92 de edificio expositivo a sede de la RTVA, contando para su adaptación con la intervención del arquitecto autor por lo que las modificaciones han sido lo menos lesivas que el mismo podía soportar.
En Enero del año 2009 el edificio fue catalogado como Bienes de Catalogación General como Patrimonio Histórico de Andalucía junto a los de España, Francia, Finlandia, Hungría y Pabellón de la Navegación.