Los derribos han comenzado este fin de semana. La asociación solicitó en junio expediente de catalogación a la Consejería de Cultura.
La promotora de la residencia de estudiantes que ocupará el solar, la empresa Life Stay Cartuja, ha comenzado este fin de semana las labores de demolición del que fuera pabellón de Naciones Unidas en la Exposición Universal de 1992. De momento las obras se han centrado en desmontar instalaciones del gimnasio que hasta 2019 ocupó el edificio y desalojar el interior del inmueble mientras una gran grúa de una conocida empresa de demoliciones espera su turno.
El Ayuntamiento de Sevilla está trabajando para aprobar un catálogo de protección del conjunto de edificaciones y espacios públicos de EXPO´92, sin embargo, llega tarde para el pabellón de la ONU. Por este motivo, la asociación Legado Expo presentó el pasado mes de junio ante la Consejería de Cultura una solicitud de incoación como bien de catalogación general del pabellón, expediente que actualmente está en estudio. Por este motivo desde Legado Expo se insta a la consejería a paralizar cautelarmente las obras de demolición hasta la resolución del expediente y evitar así que se pierda este edificio.
El Pabellón de la ONU, diseñado por el arquitecto José Rodríguez Gautier, es un cubo rodeado por dos de sus lados por una cuadriesfera cubierta de vegetación con la que se quiso simbolizar el mundo frente a la base cúbica que representa a la humanidad. Dos de sus fachadas están ocupadas por un mural esculpido sobre el propio hormigón, una técnica utilizada por primera vez en el mundo. El mural está pintado en los colores de la tierra andaluza: amarillo albero y verde. Las otras dos fachadas están formadas por una cortina de vidrio. Su lema fue “creando un mundo mejor” y pretendía mostrar que, a pesar de las adversidades, miles de hombres y mujeres trabajan en este planeta para, precisamente, materializar el citado mensaje.
La asociación Legado Expo Sevilla vuelve a insistir en que no se repitan situaciones que ya se creían superadas como las que llevaron a la desaparición de los pabellones de Austria, Checoslovaquia, Santa Sede, Cruz Roja o el recordado Palenque. Del mismo modo interpela a la ciudadanía y a las instituciones para que se garantice la conservación del patrimonio heredado de la Exposición Universal de Sevilla de 1992, dado que eso último es garantía de sostenibilidad y sustentabilidad; tanto económica, ecológica, social, como histórica y cultural.