Legado Expo muestra su preocupación por el estado del Umbráculo del Jardín Americano.

Zona desprendimiento umbráculo.

La pasada semana fue retirada una de las vigas de madera que componen el umbráculo, símbolo del Jardín Americano, esta actuación se produjo tras alertar la contrata de mantenimiento a Parques y Jardines de un posible peligro de desprendimiento. De forma preventiva se ha cerrado el recinto a la espera de un informe encargado por el Ayuntamiento a una empresa especializada sobre el estado de la estructura de madera. Se da la circunstancia de que esta zona verde fue reabierta hace pocos días después de permanecer meses cerrada por tareas de mantenimiento.

Umbráculo precintado.

Desde la Asociación Legado Expo se ha contactado con responsables de Parques y Jardines para obtener información sobre el futuro del umbráculo y se les ha remitido a los resultados del informe que se está elaborando. Su presidente Ángel Aramburu afirma estar sorprendido ante el cierre de este espacio tan singular y muestra preocupación por su futuro: “habrá que comprobar si la estructura de madera ha tenido el cuidado que requiere y, si no ha sido así, reparar los daños cuanto antes. Sevilla no puede permitirse perder un umbráculo comparable al del parque de la Ciudadela en Barcelona”.

El umbráculo ya estuvo a punto de perderse a principios de este siglo, cuando la zona permaneció abandonada y muchas de sus lamas de madera fueron expoliadas o sirvieron para alimentar las hogueras que los indigentes realizaban en su interior y de las que aún pueden encontrarse huellas en sus vigas. Afortunadamente el dinero de la Unión Europea y el buen hacer de la Fundación Naturalia XXI y de la empresa Tragsa sirvió para recuperar en 2008 parte del esplendor de este singular espacio que da cobijo a las especies de flora más sensibles al sol.

Entrada umbráculo precintada.

Construido para la Exposición Universal de 1992, está realizado en madera laminada y se compone de una serie de pórticos en directriz curva que crean una cubierta a dos aguas, unas lamas cortadas a bisel tamizan la luz e impiden la entrada directa del sol. En el interior cuenta con senderos y una pequeña cascada que da al estanque que servía para mostrar la flora acuática. Llegó a tener una zona de invernadero controlada por ordenador y más de 400 especies de plantas.