Aquel 27 de Septiembre de 1992 se celebró el Día Nacional de Panamá, uno de los países centroamericanos instalados en Plaza de América. Contó con uno de los presupuestos más reducidos de la muestra, tan sólo doscientos millones de pesetas, con el cual se pagó al personal, traslado, hospedaje y los contenidos del pabellón, que ocuparon un espacio reducido de doscientos cincuenta metros cuadrados. A pesar de ello, tuvieron una digna presencia en la Exposición Universal, dando la imagen de un Panamá próspero cargado de herencia cultural.
La mascota de Panamá en la Expo 92 fue <<CompaMeño>>, un tucán ataviado con la <<chacarrita>> o bolso, el sombrero panameño y las <<cutarras>> (chanclas utilizadas por los campesinos).
El acceso a la pequeña exposición estaba acompañado de dos regueros de agua a ambos lados de la entrada que recordaban el mapa de Panamá, rodeado por el Atlántico y el Pacífico. Estatuas situadas junto a las letras del país fueron la antesala del pasado precolombino milenario que en el interior se explicaba a través de piezas de arqueología.
Con el fin de atraer a los visitantes de Plaza de América, habían instalado una gran <<mola>> o tapiz hecho con telas. Fue un trabajo de artesanía que se realiza superponiendo telas y entresacándolas para hacer los dibujos.
En la primera sala se exhibieron piezas de algunas de las civilizaciones más antiguas del sur del continente americano. Lo más destacado fueron las figuras talladas en piedra que los diferenciaba de los demás pueblos precolombinos que esculpían monolitos.
En el centro se alzó una mesa de sacrificio con cincuenta y dos cabezas alrededor del borde, que representaron el número de años que pasaban entre sacrificio y sacrificio. Era la ceremonia continental del fuego, repetida en diferentes puntos de América.
La siguiente sala reproducía la selva tropical húmeda, con sesenta variedades distintas de plantas artificiales. A esta zona le llamaron camino real, como el que Carlos V mandó hacer para comunicar las costas del istmo central de Panamá, en un primer de unir los dos martes. Una pequeña cascada y un estanque creaban un ambiente tropical de ese trazado de piedra y agua, antecedente del Canal de Panamá.
Durante toda aquella jornada de honor a Panamá estuvieron presentes varias agrupaciones. El grupo de baile <<Aires de Panamá>> recibió a la comitiva oficial en Plaza de América, cambiando los <<Montuna>> o trajes de diario por los de gala.