La celebración del Día Nacional de Colombia en la Isla de la Cartuja contó con la presencia del Premio Nobel de Literatura de 1982, Gabriel García Márquez, donde presentó en el propio Pabellón de Colombia su libro <<Doce cuentos peregrinos>>.
La presencia de Colombia en la Muestra Universal se plasmó en manifestaciones de índole diversa. En la exposición <<El Oro de América>> presentó una nutrida representación del tesoro Quimbaya.
El Pabellón de Colombia, inscrito en el edificio Plaza de América, destacó en principio por la oscuridad reinante, elemento imprescindible para poder ver los numerosos videos que se proyectaban sobre la actualidad en el país.
En el pabellón colombiano predominaron los audiovisuales y los espacios dedicados al público. La segunda planta fue una especie de quiosco itinerante donde se podía degustar sentado las bebidas más típicas del país. Las esmeraldas colombianas en bruto atraían el interés del visitante.
Nada más llegar, el visitante se topaba con una proyección sobre <<El Oro de América>>, donde podía verse la imagen de las piezas que se expusieron en la segunda planta del edificio conjunto de Plaza de América>>.
Los motivos anímicos, o de representación de la flora y fauna realizados en oro, se superponían a los modelos reales de donde fueron abstraídos. Esto fue posible porque el audiovisual se proyectaba sobre una pantalla de tres telas traslúcidas y otra retro-proyección.
En el frontal y en los laterales se combinó la proyección simultánea de dos audiovisuales panorámicos y nueve pantallas de video. Fueron visibles desde cualquier ángulo del pabellón. La muestra de cerámica precolombina que se expuso en el pabellón estaba formada por 28 piezas. El criterio seguido para su selección había sido el del valor estético de los recipientes.
En dos vitrinas de seguridad se expuso nueve esmeraldas en bruto. Una de ellas estaba catalogada como una de las cinco esmeraldas más importantes del mundo. Pesaba 351´13 gramos y era propiedad del Banco de la República de Colombia y fue extraída en los yacimientos de Coscuez, situados en el área central del país.
Las degustaciones de café de Colombia congregaron a los visitantes. Las azafatas servían al día unos 6.000 cafés, lo que daba un promedio de 600 vasos repartidos cada hora.
El café que se exportaba tenía la denominación de <<suave colombiano>> y los principales clientes, por volumen de consumo, fueron Estados Unidos de América, Japón y Europa.
Otro de los grandes reclamos de la delegación colombiana en Expo 92 fue el espectáculo de <<La Chiva>> en el recinto de la Cartuja. Cada día hacia dos recorridos; uno que partía a las 11:30 y otro a las 16:30, con salida desde la puerta principal del pabellón Plaza de América. En Colombia, la <<chiva>> es un autobús típico que se utilizaba para el transporte público y de mercancías entre departamentos.
La <<chiva>> circulaba a una velocidad de dos kilómetros por hora, lo que permitía que el público se montara o se bajara según su conveniencia. En su interior se bailaba al ritmo de las azafatas y la música colombiana.