La empresa de ascensores Schindler también fue protagonista en la Muestra Universal gracias a la torre que lleva su nombre y que flanquea el pabellón de la navegación, además aquel 11 de Marzo de 1992 el director de la empresa en Europa Simón Uhlmann confirmó que dicha torre no se desmantelaría después de los seis meses de la exposición.
Varios representantes de esta empresa patrocinadora de Expo’92 y proveedora de ascensores y rampas rodantes, acompañaron al director general de Schindler por el recinto de la Muestra junto a diversos medios de comunicación internacionales, Uhlmann afirmó que de aquí a unos años, la torre Schindler quedaría en la Isla de la Cartuja como símbolo de la empresa.
Esta empresa invirtió una cifra aproximada de dos mil quinientos millones de pesetas en la Expo e instaló en la Isla de la Cartuja además de los famosos ascensores de la torre, un total de doscientos trece sistemas, ciento trece con licencias exclusiva y cien con diversos contratos con pabellones, de hecho instaló el setenta por ciento de los sistemas de ascensores y rampas rodantes de la Isla de la Cartuja.
Han sido ciento veinte ascensores, cincuenta y cinco escaleras automáticas, dieciséis aceras móviles y quince ascensores con aplicaciones especiales, instalados entre otros lugares en el pabellón de México, donde se colocó una escalera creada por un diseñador italiano, en la Plaza de América o en el Pabellón del Futuro.