El inicio de la restauración del convento de Santa María de las Cuevas, y la convocatoria y resolución del concurso de ideas para la ordenación de la Corta de la Cartuja constituyeron los objetivos prioritarios del Comisario de la Expo’92, Manuel Olivencia para aquel año 1986, de esa manera la manifestó aquella jornada Manuel Olivencia en el transcurso de una reunión celebrada por la Comisión Municipal del 92, asimismo Olivencia se refirió también al Plan General de la Exposición que había sido entregado al presidente del Gobierno, Felipe González, para su estudio por los distintos Ministerios relacionados con la Expo.
A la reunión, que estuvo presidida conjuntamente por el alcalde Manuel del Valle Arévalo, y por el comisario de la Expo’92, Manuel Olivencia Ruiz, asistieron los delegados de Urbanismo, Francisco Barrionuevo Ferrer; Seguridad Ciudadana, Guillermo Gutiérrez; Infraestructuras y Equipamiento Urbano, Javier Queraltó, y Economía y Hacienda, José Vallés, así como el portavoz del grupo popular, Javier Arenas.
Tanto el alcalde como el comisario dieron a conocer sendos informes sobre la marcha de los preparativos para la Exposición Universal, además hablaron del convenio firmado entre la Sociedad Estatal para la Conmemoración del V Centenario del Descubrimiento de América.
De hecho, en esa reunión se fijaron varios objetivos prioritarios para aquel año 1986, en el que destacaban el inicio de las obras de restauración del convento de Santa María de las Cuevas, en la Cartuja, que en un principio incluso se preveía que se convirtiera en la sede del Comisariado y del Pabellón de España en la muestra. Asimismo, se pretendía también culminar el proyecto de los viveros y convocar y resolver el concurso de ideas para la ordenación de la Cartuja.
Desde 1986 el gobierno autónomo de Andalucía se propuso restaurar y rehabilitar el conjunto y así poder recuperarlo para uso y disfrute de los ciudadanos, mostrando el esplendor que tuvo de su pasado monástico, militar y fabril. Para poder hacer efectiva sus pretensiones se creó en 1989 el Conjunto Monumental de la Cartuja de Sevilla, cuya misión era proteger el monumento, convirtiéndolo en centro de investigación y difusión cultural al tiempo que lo acondicionó con instalaciones expositivas para que formara parte de la Exposición Universal de 1992, de esta manera comenzó una nueva fase histórica para el monumento.
Con la Exposición Universal de Sevilla de 1992, además de cambiarse la infraestructura urbanística, también se recuperó en todo lo que pudo el monumento para la ciudad (sobre todo arquitectónico), sus huertos y jardines, aunque gran parte de su patrimonio ya estaba perdido el recinto recuperó parte de su belleza. Durante la Expo’92 fue el emblema de la muestra, sede del Pabellón Real, lugar de recepción de gobernantes y monarcas de todo el mundo, aunque este no es un hecho aparte puesto que durante los siglos anteriores también fueron recibidos numerosos visitantes ilustres, y es que los Cartujos fueron una orden que siempre estuvo cercana a la corona, por lo tanto, con bastante poder.
Sirvió como retiro espiritual de Felipe II, el resto de reyes españoles que estuvieron de paso por Sevilla y personas de renombre como Arias Montano y Teresa de Jesús.
A partir de 1997 comenzó a funcionar como museo al convertirse en sede del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo asumiendo para sí la gestión del personal y las colecciones que han sobrevivido del Conjunto Monumental de la Cartuja así como del Museo de Arte Contemporáneo de Sevilla. Por decreto pasó a ser un Organismo Autónomo dependiente de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. También alberga el rectorado de la Universidad Internacional de Andalucía.