El helipuerto de la Cartuja comenzó aquel mes de noviembre de 1993 a funcionar de nuevo y albergaría la primera escuela andaluza de formación de pilotos de helicópteros con las empresas Transportes Aéreos del Sur y Helicópteros Suroeste que fueron las adjudicatarias en aquel año de su explotación.
Como recordaremos estas instalaciones, que fueron construidas para la Exposición Universal de 1992, se encuentran ubicadas frente al Monasterio de la Cartuja y dejaron de prestar servicio aéreo tras la clausura de la muestra en Octubre de 1992.
Este helipuerto fue construido para la llegada de dignatarios y autoridades a la citada Exposición, como para la realización de vuelos panorámicos durante la Muestra Universal.
La unión temporal de las empresas antes mencionadas se presentó al concurso abierto convocado por la Sociedad Estatal para la Gestión de los Activos de la Expo, Agesa, al que optaron un total de cuatro empresas o uniones de empresas con ofertas para la adjudicación del helipuerto.
El canon ofertado en aquel 1993 fue de trescientas mil de las antiguas pesetas al mes, en concepto de alquiler, aunque esta cantidad varió al cabo de los años.
Durante aquel mes de noviembre de 1993 se trasladaron al helipuerto de la Cartuja cuatro helicópteros, dos de los cuales se dedicarían al servicio de urgencias del Servicio Andaluz de Salud, 061, y a protección Civil, servicios que ya estaban prestando desde aquel día, un tercer helicóptero estuvo destinado a la escuela de pilotos y el cuarto realizaría vuelos panorámicos, transportes de viajeros y servicios fotográficos.
El helipuerto cuenta con cuatro puntos de toma circulares asfaltados, dispuesto en triángulo los tres menores, y desde estos, parten viales también asfaltados que llegan al punto de toma de mayor tamaño, por un nuevo vial, se accede desde este punto a la zona de servicio, oficinas y hangares donde puede realizarse el mantenimiento de los helicópteros.
Unas de las anécdotas de este helipuerto fue el intento de robo de un helicóptero Bell 206 L-3 Long Ranger el 6 de noviembre de 2006 con un camión y remolcador robado a la empresa pública de Verificaciones Industriales, dependiente de la Junta de Andalucía, no pudiendo realizar finalmente el robo al atascarse el tráiler en el césped que rodea las pistas de aterrizaje.
En estos últimos años este legado de la Expo 92 se ha convertido en la base principal de aeronaves de emergencias de Andalucía.