Se cumple 31 años de la inauguración del Puente del Alamillo, el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, junto a cinco mil niños andaluces, muchos de ellos residentes en otros puntos de España y Europa, inauguraron aquella jornada del 29 de Febrero de 1992 el puente del Alamillo y el viaducto de la Cartuja, que junto al llamado puente de la Corta, formó parte del paso territorial San Lázaro-Camas.
El puente del Alamillo, puente atirantado de pilón contrapeso que cruza el río Guadalquivir, fue diseñado por Santiago Calatrava y se construyó para dar acceso a la Isla de la Cartuja y unir Sevilla con el Aljarafe.
El primer proyecto constaba de dos puentes iguales, mirando cada uno en su dirección opuesta. Uno se encontraría sobre la dársena del río, comunicando la barriada de San Lázaro con la Isla de la Cartuja, y el otro, a la misma latitud, comunicando la Cartuja con el municipio aljarafeño de Camas por encima del tramo de río que hay al oeste, sin embargo el presupuesto no concebía el par y se construyó solo uno de manera más convencional.
El puente inició su construcción en el año 1987 y forma parte de los puentes atirantado más famosos de España, su diseño presenta un sólo mástil de 140 metros de altura, que soporta todo el peso del tablero del puente, mediante una pareja de tirantes. Entre mástil y el tablero se produce un equilibrio de fuerzas, que se transmite por los 13 pares de tirantes.
Entre los elementos más famosos del Puente del Alamillo cabe destacar el ojo de caballo en la parte superior de su mástil, que forma parte de un mirador cerrado a la visita del público.
Junto al puente del alamillo cabe destacar también el viaducto de la Cartuja, con una longitud de 526,50 metros de longitud y apoyado en sus extremos sobre estribos reforzados por terraplenes con escalinatas y plataformas de acceso.
El puente del Alamillo fue considerado el primer puente sustentado por cables, en el que la plataforma se equilibra con el peso de la torre inclinada hacia atrás. Mástil de placas de acero hexagonales, reforzado en su interior por hormigón. El tablero está diseñado con una estructura metálica, y se compone de un cajón central y de forma hexagonal donde se encuentran los anclajes activos de los tirantes.
Con la ejecución de este proyecto finalizado aquel 29 de Febrero, de Santiago Calatrava, se consiguió salvar la dársena sin ningún tipo de apoyo intermedio, además de integrar la margen derecha en Sevilla y generar una gran superficie de agua sin ningún tipo de obstáculo, llegando con estas premisas a una luz de 200 m, que entra en el dominio técnico de los puentes atirantados.
Otro de los grandes objetivos de la construcción del puente del Alamillo fue la conexión eminentemente urbana y que sirvió como un hito al desarrollo tecnológico alcanzando una gran muestra del estado de la técnica de la construcción en España.
El puente del Alamillo se ha convertido en estos 31 años de su inauguración en un autentico símbolo de la Exposición Universal de 1992 y en un monumento arquitectónico digno de la ciudad de Sevilla que debe mantenerse por parte de las administraciones públicas.