Aquella jornada se celebró el Día Nacional de Bahamas, país que compartió el Pabellón del Caribe Oriental con Jamaica, Trinidad y Tobago, y la OESS (Organización de Estados Caribeños)
Con el lema “Es mejor en las Bahamas”, invitó al visitante a viajar como turista o como inversor a cualquiera de las 700 islas del Estado.
El Pabellón de las Bahamas se presentó con una serie de contenidos. Se proyectó una película turística que mostró los paisajes del archipiélago, sus costas y su vegetación. Ambientaron el pabellón con unas imágenes fijas acerca de la pesca, el comercio de productos artesanales como la cestería, el folclore y el turismo.
Otra de las curiosidades de este pabellón fue la reproducción de un monumento a Cristóbal Colón, levantado en las Islas en conmemoración del descubrimiento de América.
En un estanque, se expusieron objetos de artesanía como bolsos y sombreros realizados en palma, y junto a éstos, aparecía una columna con dinero de diversas nacionalidades que simbolizaron la importancia y las ventajas que ofrece el archipiélago en el sector financiero.
El ambiente turístico y festivo de éste país, estuvo representado con un barco deportivo en el centro del pabellón. Durante su jornada de honor en la Isla de la Cartuja, se celebraron actuaciones de los grupos “Soulful Groowers”, la de la “Royal Bahamas Police Torée Band” y la del conjunto “Jonkanoo Group”
El Gobernador General de la Mancomunidad de las Bahamas, Sir Clifford Darling, presidió los actos de celebración de aquella jornada del Día Nacional de estas islas caribeñas en la Expo.
Clifford Darling declaró en su intervención, que “La Expo es un magnífico evento que celebró los lazos históricos de unión entre ambos pueblos” El gobernador también abogó por la potenciación de las relaciones comerciales entre nuestro país y Las Bahamas.
Por su parte, la intervención del Comisario General de la Expo 92 Emilio Cassinello, relacionó la historia de Las Bahamas con la de la propia Muestra: “La historia de estas islas, es una historia para contar la Historia del mundo, al igual que las de las de la Cartuja y la Expo. Ambas historias tenían tanto en común, que parecían ser escritas por el mismo autor, y tenían en algún caso, el mismo protagonista”