La Exposición Universal de Sevilla seleccionó en aquel 1989 la oferta presentada por la empresa suiza Von Roll, la sevillana Abengoa y la compañía Dragados y Construcciones para la construcción del tren monorraíl que sirvió de transporte en el interior del recinto de la Expo’92.
La empresa Von Roll fue la encargada de fabricar el monorraíl, compuesto por seis unidades, y Abengoa y Dragados las empresas encargadas de realizar la infraestructura.
El sistema elegido estaba formado fundamentalmente por un tren monorraíl elevado, presupuestado en unos dos mil quinientos millones de pesetas y que recorrió la Muestra Universal junto con el Teleférico y el transporte vial en la Isla de la Cartuja.
La empresa que construyó el monorraíl, Von Roll, es un importante grupo suizo, con una cifra de negocio de ciento cincuenta mil millones a finales de la década de los ochenta, con empleados en todo el mundo, además antes del proyecto del Monorraíl de la Expo’92 ya contaba con una amplia experiencia en este tipo de trenes ya que suministró los monorraíles de las exposiciones de Montreal (Canadá), Osaka (Japón), Vancouver (Canadá) y Brisbane (Australia).
Respecto al teleférico, el proyecto seleccionado aquel 6 de Marzo de 1989 fue el de la empresa italiana (Leitner), el presupuesto fue de setecientos treinta y siete millones de pesetas y comprendía de 135 cabinas panorámicas con una capacidad de ocho pasajeros en cada una de ellas y que fueron suspendidas a una altura de veinte metros.