El proyecto del Paseo Fluvial de Puerta Triana, junto a la Torre Pelli, del que nada se conocía hasta su aprobación por la Junta de Gobierno del Ayuntamiento, el mes de julio pasado, había suscitado críticas desde Legado Expo y otras voces ciudadanas. La desaparición de las luminarias-veleta existentes en el entorno así como de la Puerta Guadalquivir y los últimos restos de Puerta Triana habían movilizado, incluso, más de un millar de firmas.
Una vez aprobada la actuación, financiada por Caixabank en el marco de las compensaciones urbanísticas por la obra del rascacielos, el Ayuntamiento tiene poco margen de maniobra para cambiar el proyecto existente, jurídicamente en orden. Aún así, el proceso se paraliza y las obras, que debían comenzar el pasado mes de agosto, no llegan a iniciarse, en vista de un proceso para integrar los elementos que defiende Legado Expo.
En este sentido, y a petición del Ayuntamiento con la intención de llegar a un acuerdo en las demandas planteadas, la Asociación Legado Expo mantuvo hace unos días una reunión con directivos de la Gerencia de Urbanismo, representantes de Caixa-TorreSevilla y el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra.
Finalmente, algunas de las aportaciones que Legado Expo había venido reclamando serán tomadas en cuenta. En concreto, la obra de Jesús Soto que presidió Puerta Triana, “Media Esfera Azul y Verde”, desaparecida en 2006 por el inicio de las obras del rascacielos, volverá a la ciudad y será integrada en el nuevo paseo fluvial. La obra había sido trasladada a París, donde tiene sede la fundación que vela por el trabajo del artista venezolano. Además, las dos luminarias-veleta, existentes en la Puerta Guadalquivir, permanecerán en su lugar tras ser restauradas.
A pesar de que la intención de Legado Expo fue mantener el máximo de elementos existentes, con el convencimiento de que tienen cabida en el proyecto, el criterio de Consuegra se impuso: desaparecerán las últimas estructuras en pie de Puerta Triana así como la Puerta Guadalquivir. Al parecer, los movimientos de tierra previstos para modificar el relieve de la zona hacen insalvables estos elementos, que se intentarán recordar reutilizando pavimentos y con un monolito que ponga de manifiesto que la zona fue puerta de entrada a la última Exposición Universal del Siglo XX.
Desde el Ayuntamiento se explicó que una modificación más profunda del proyecto supondría un nuevo retraso de las obras así como un riesgo ante los promotores privados, pues la ciudad daría una sensación de “inseguridad jurídica” ante un proyecto realizado con todas las garantías legales. Salvados todos los escollos, las obras deberían comenzar en la zona en el transcurso de este mes de enero, tal y como se informó en la reunión.
“Estamos moderadamente satisfechos con el resultado y agradecemos la disposición del Ayuntamiento y la promotora”, indicó Ángel Aramburu, presidente de Legado Expo, que puso de manifiesto “la voluntad constructiva de esta asociación”, que “nos obliga a apoyar el desbloqueo del proyecto, pues la ciudad y la Cartuja necesitan recuperar esta zona verde”. “Estamos muy contentos por el regreso de la obra de Jesús Soto y por la restauración de las veletas, pero de ninguna forma estamos de acuerdo con que deban derribarse las construcciones existentes. Es un hecho que lamentamos muchísimo”.