Tal día como hoy un 26 de Mayo de 1990 se celebró el acto simbólico del derribo del muro de Torneo con motivo de las obras de la Exposición Universal de Sevilla. El acto consistió en la visita a una exposición montada junto a las vías del tren, donde se mostraron las distintas fases de las obras que se acometieron para proceder al desdoblamiento de la nueva Torneo.
El momento más curioso fue cuando el alcalde de Sevilla, Manuel Del Valle tiró de una ancha cuerda que ataba un paño del muro, previamente descarnado, que se vino abajo de inmediato.
Aunque el acto en sí no dejó de ser simbólico, la polémica rodeó en todo momento las acciones que llevaron a cabo para comenzar a derribar el muro, que estuvieron impregnadas por la ausencia de Alfonso Guerra.
El alcalde de Sevilla declaraba aquel día que se estaba viviendo un momento histórico, en el que la ciudad estaba recuperando parte de su demarcación, minutos después fue el mismo Del Valle el encargado de derribar un paño entero del muro, atado con una cuerda, que a continuación fue terminado de tirar por un vecino de San Jerónimo de setenta y tres años, el cual fue invitado como la persona de más edad a participar en el derribo y que puso tanto empeño en su trabajo que partió la espiocha de la que se ayudaba.
El muro se hallaba donde hoy tenemos la mediana de Torneo, es decir, que la antigua anchura de la calle era exactamente lo que hoy son los dos primeros carriles de la Avenida, por lo que la anchura ganada con el derribo fue cuantiosa.
La remodelación de Torneo estaría terminada totalmente para el inicio de 1992 y que contemplaron la ejecución de siete grandes obras financiadas por el Ayuntamiento de Sevilla y la Junta de Andalucía, con un importe superior a los nueve mil millones de las antiguas pesetas, la más espectacular de esas obras fue la nueva Torneo, una avenida que contempló seis carriles para el tráfico rodado, un carril bus y zonas de aparcamientos a lo largo de 3.800 metros.