Las ofertas de los bancos Bilbao-Vizcaya, Español Central de Crédito e Hispano Americano y Exterior de España (estos dos últimos conjuntamente) fueron seleccionadas por la Expo’92 como patrocinadores de la muestra universal el 27 de Mayo de 1988.
El comisario general, Manuel Olivencia, transmitió la decisión a los presidentes de todas estas entidades para emprender de inmediato el proceso negociador que concretaron los acuerdos del patrocinio.
La decisión de preseleccionar a estos tres grupos bancarios rechazaba la pretensión de exclusividad con que se presentaron las mayorías de las ofertas, que argumentaban razones como el mayor nivel de compromiso, imputación que precisaba de responsabilidades y una unidad de criterios en la prestación de los diferentes servicios para reforzar la teoría del banco único.
La oferta del Banco Bilbao-Vizcaya presentada por los presidentes de las entidades fusionadas, José Ángel Sánchez Asiaín y Pedro Toledo, incluía la creación de una sociedad destinada a facilitar a los participantes extranjeros toda clase de servicios, desde el proyecto arquitectónico del pabellón hasta la asesoría laboral o jurídica.
En la oferta de esta entidad también incluían la comercialización de entradas, prestación de servicios bancarios dentro y fuera del recinto de la Exposición, patrocinio de veinticuatro eventos culturales y el compromiso de revertir en la Expo’92, en forma de subvención.
Las ofertas de Banesto y Central, incluían respectivamente, mil millones de subvención para actos culturales y cien mil millones de créditos blandos para la Expo.
Esta línea preferencial tenía como objeto servicios financieros en todo el ámbito de la Expo, necesidades de los expositores para la construcción de pabellones, necesidades de los empresarios contratistas de obras y de los organismos públicos en relación con la muestra universal.
La oferta del Banco Hispano Americano y el Exterior fue la última en presentarse, la del Exterior, única procedente de la banca pública y que complementó la oferta presentada anteriormente por el Banco Hispano que incluso abrieron oficinas de difusión de Expo’92 en varias capitales andaluzas.
Para asesorar este proceso negociador con las tres entidades, la Expo’92 designó como experto a Francisco Ruiz Jarabo, secretario general del Fondo de Garantía de Depósitos en Establecimientos Bancarios.
La preselección de las tres entidades patrocinadoras oficiales de Expo’92 aquel 27 de Mayo de 1988 fue compatible con acuerdos con otras entidades financieras que permitieron su incorporación a la Exposición Universal en virtud de modalidad de colaboración.