«Descubriendo el Legado de la Expo ’92: Ruta Guiada por la Zona Sur de la Cartuja».

La Isla de la Cartuja en Sevilla, un espacio que resonó con la Exposición Universal de 1992, se ha transformado en un vibrante centro de innovación y tecnología conocido como Sevilla TechPark (anteriormente PCT Cartuja). Sin embargo, el recuerdo y la arquitectura de aquel evento histórico perduran, siendo custodiados y divulgados por iniciativas como las visitas guiadas de la Asociación Legado Expo Sevilla.

Estas rutas se han centrado en explorar la zona sur del recinto, revelando la historia y el presente de emblemáticos pabellones que, en muchos casos, han encontrado una segunda vida. El recorrido ofrece una inmersión en la memoria de la Expo y la posterior reconversión del área.

El punto de partida de este viaje al pasado y presente se situó en el antiguo Pabellón de Fujitsu.

Hitos de la Ruta en la Zona Sur

  • Pabellón de Fujitsu: Este pabellón, que en 1992 deslumbró a los visitantes con su tecnología, incluyendo un cine 3D, es un ejemplo exitoso de reconversión. Actualmente, el edificio aloja el Centro de Profesorado de Sevilla (CEP), demostrando cómo la arquitectura efímera puede adaptarse a nuevos usos educativos y funcionales.
  • Esfera Bioclimática: Uno de los símbolos más icónicos y reconocibles de la Expo 92. Aunque no fue concebida como un monumento, su función fue vital como parte del sistema de microclima que ayudaba a mitigar el calor, esparciendo vapor de agua. Su forma esférica, a menudo vinculada al logotipo de la Exposición, permanece en pie como un poderoso recordatorio visual de la muestra universal, pese a que su estado de conservación y funcionalidad han sido irregulares a lo largo de los años.
  • Pabellón de la ONCE: Este edificio se ha mantenido con un aspecto muy similar al original, destacando por su estructura. Aunque ha sufrido algunos cambios menores, como el color de los soportes metálicos, continúa en pie y es un testimonio de la presencia de la Organización Nacional de Ciegos Españoles en la Expo.

  • Pabellón de Canadá: Caracterizado por su diseño de caja cúbica envuelta en láminas de madera y recubierta de paneles de cinc, el Pabellón de Canadá, hoy sede de la Escuela de Organización Industrial – Escuela de Negocios (EOI), fue un lugar de gran afluencia. Tras la Expo, ha pasado por varias etapas de uso, siendo reformado para funcionar actualmente como un espacio cultural y de eventos conocido como Auditorio Cartuja, recuperando su propósito como centro de actividad.
  • Pabellón de Cuba: Diseñado como un bloque rectangular con cristaleras, este pabellón mostró la historia y los logros contemporáneos de la nación caribeña. Aunque concebido inicialmente como efímero, su estructura se mantiene en el recinto.
  • Pabellón de Chile: La arquitectura de este pabellón, con sus muros curvos y discontinuidades, buscaba reflejar la compleja geografía chilena, empleando materias primas como la madera y el cobre. El edificio fue restaurado y, en su etapa post-Expo, ha albergado diferentes usos empresariales, como la sede de un grupo especializado en construcción e ingeniería, aunque su disponibilidad actual puede variar. La ruta también rememoró el papel del agua y el espectáculo en la Expo.
  • Canal de los Descubrimientos: Este canal artificial fue un elemento central en la exposición, reforzando la temática de los grandes descubrimientos geográficos con actividades y espectáculos náuticos. Hoy se encuentra en un estado de abandono por la desidia de la administración autonómica. Aunque parte de su entorno ha cambiado y mejorado con las transformaciones de la Isla de la Cartuja, el Canal de los Descubrimientos sigue siendo parte de la memoria colectiva y una de las imágenes más icónicas de Expo’92.

Su presencia recuerda la ambición de aquel acontecimiento: combinar innovación técnica, sensibilidad ambiental y un profundo simbolismo histórico en torno al agua como motor de la vida, el comercio y la cultura. Sin embargo, este legado está en peligro por la intención del Ayuntamiento de Sevilla y de la Junta de Andalucía de recalificar el espacio para transformarlo en suelo apto para hoteles y comercios, traicionando su uso programado como servicios avanzados, ligados al parque tecnológico, sin garantizar la continuidad paisajística, ni la afección a los importantes edificios que lo circundan. Desde la Asociación Legado Expo Sevilla hemos realizado acciones de protesta, presentado alegaciones a este convenio urbanístico y pedido que se escuche la voz de la ciudadanía, pero en ningún caso ni Ayuntamiento ni Junta de Andalucía ha hecho por escuchar estas reivindicaciones. Desde la asociación hemos pedido reiteradamente reunirnos con el Alcalde de Sevilla pero nunca nos ha respondido y siempre hemos sido desviados a subalternos.

  • Auditorio Rocío Jurado: Construido para la Exposición Universal, este auditorio al aire libre fue inaugurado por la propia artista que le da nombre. Con una de las plataformas escénicas al aire libre más grandes del mundo, con capacidad para unas 8.000 personas, sigue siendo un referente cultural de Sevilla, la ciudadanía observó durante nuestras visitas con preocupación cómo este símbolo de modernidad se consume entre el abandono, la especulación y la inacción institucional.

Finalmente, la visita alcanza otro de los hitos visuales del recinto, el Cohete Ariane IV. Esta réplica a escala real, con sus 64 metros de altura, fue un símbolo de los avances tecnológicos europeos y un elemento central del Pabellón del Futuro. Se mantiene en pie, un coloso que apunta al cielo, como recuerdo de la vanguardia espacial europea.

El cierre de la visita tiene lugar en el impresionante Pabellón de Marruecos, un tesoro arquitectónico que hoy alberga la Fundación Tres Culturas del Mediterraneo. Su planta en forma de estrella de ocho puntas, o estrella de Salomón, es un ejemplo exquisito de la artesanía marroquí y un símbolo de convivencia cultural en el Mediterráneo.

Las visitas guiadas de la Asociación Legado Expo Sevilla no son solo un ejercicio de nostalgia; son una lección de historia urbana y un reconocimiento al impacto que la Expo’92 tuvo en la transformación de Sevilla y de la Cartuja, un legado que, 33 años después, sigue siendo un motor de la ciudad.

Estas rutas cada seis meses no solo sirven para la nostalgia de quienes vivieron el evento, sino que también son cruciales para entender la metamorfosis de la Isla de la Cartuja. Muestran cómo el patrimonio arquitectónico de la Exposición Universal de 1992 se ha integrado en la realidad del Sevilla TechPark, un clúster de innovación, tecnología y conocimiento que hoy define el futuro del espacio. Es un recorrido que conecta la ambición del pasado con la vitalidad del presente.