Aquella jornada se celebró su Día Nacional en la Expo 92 el país africano Costa de Marfil, con un conjunto de actos culturales y protocolarios presididos por la ministra de Cultura de este país, Henriette Diabate.
La jornada estuvo amenizada por las actuaciones del Ballet Nacional y las cantantes marfileñas Aicha Koné y Allah Thérése. Más de treinta artistas participaron en el Palenque y en el escenario de Plaza de África a lo largo de aquel día.
Los responsables de la nación africana no estaban satisfechos con lo que expusieron a los visitantes durante los primeros meses de la Muestra Universal, por ese motivo trajeron meses después del comienzo de la Expo nuevos productos para mejorar el pabellón.
Los productos expuestos hacían referencia al aspecto cultural marfileño, representado mediante productos textiles, instrumentos de música y ejemplos del hábitat típico de los habitantes de Costa de Marfil.
La economía, la agricultura y los productos industriales fabricados a partir de productos agrícolas estaban también expuestos en el pabellón. Las múltiples clases de madera y los productos artesanales típicos del país se exhibieron como parte de su cultura.
Un gran elefante tallado en madera de ébano presidió la entrada del pabellón de Costa de Marfil, como símbolo de este país. El recorrido continuaba por unas vitrinas que exhibieron productos alimenticios como la harina de mandioca, coco rallado, chocolate, torta de coprah, leche, semillas, zumo de frutas y aceite de palmito.
La ausencia de contenidos no impidió a los visitantes con la <<pasaporte-manía>> pedir a la azafata de la tienda que les sellara sus pasaportes de Expo 92.
Costa de Marfil vendió algunos de los productos que se exhibieron como contenidos del pabellón, pero el visitante podía adquirir en la tienda una gran variedad de productos artesanos. Entre estos objetos destacaban las telas confeccionadas a mano, las máscaras africanas y las tallas de madera.