El pabellón argentino fue, en espacio, uno de los más grandes existentes dentro del complejo Plaza de América.
Argentina que convivió con otros quince países americanos dentro de este edificio celebró aquella jornada su Día Nacional en la Expo 92.
Un audiovisual de doce minutos daba conocimientos al visitante de la cultura, geografía e historia del país, además cada media hora y después de la película una pareja de bailarines interpretaban dos tangos, uno de toque vanguardista y otro clásico.
Aunque numerosas personas no lo pensaron, la exposición de platería que llevaba nombre <<Plata del río de la Plata>> tuvo connotaciones más profundas de lo que la propia exposición daba a entender al visitante. La palabra Argentina surgió de un juego de palabras relacionadas con la palabra latina Argentum, que significa plata.
La exposición de platería estaba formada por piezas del siglo XVIII, XIX y XX, todas pertenecientes a los museos Fernández Blanco, José Hernández y Cornelio Saavedra, dependientes de la ciudad de Buenos Aires y también había piezas pertenecientes a colecciones privadas.
No hay que olvidar, también en plata, la colección de mates y <<bombillas>> -palo a través del cual se aspiraba el mate-. El mate es un recipiente donde se coloca una hierba conocida como <<yerba mate>>, infusión muy arraigada en la tradición nacional.
También había que destacar, todavía en la exposición de platería, el bastón de mando del presidente de la nación de aquel año, Carlos Menem, hecho por uno de los orfebres más prestigiosos de la Argentina, Juan Carlos Pallarols.
En el pabellón de Argentina, a la entrada de la exposición de platería y de las dos tiendas conjuntas que tenía, y cerca de la recepción, donde los azafatos atendían al público, había varias pantallas de video donde el visitante que lo deseara podía pedir el video que más desease después de mirar la lista donde se expone los cerca de cincuenta que Argentina había filmado para acercarse más a aquellas personas que quisieran conocer un país llamado por algunos como el de los <<seis continentes>>.
El pabellón de Argentina también contó con dos tiendas donde vendían numerosos artículos de piel, tapices, pequeñas esculturas y demás artículos típicos del país. Y en la terraza de Plaza de América tenía un restaurante donde sus principales especialidades fueron el entrecot y el solomillo.
Fue el Día Nacional de Argentina, una jornada festiva, alegre como los colores de la bandera del país de la plata que adornaban las escarapelas repartidas entre los visitantes. Y no faltó, por supuesto, el tango como expresión viva y tradicional del folklore argentino.
En los discursos, palabras entrañables, vínculos fuertes y estrechos, sentimientos de fraternidad y añoranza. También hubo alabanzas para las relaciones entre ambos países que, según dijeron los oradores, se encuentran en su mejor nivel. Fue, en definitiva, el día de los argentinos en la Expo. Y entre ellos estaba especialmente presente, porque no podía faltar, la universal Imperio Argentina que, en un catamarán, atravesó el lago y llegó hasta Plaza de América.