Grecia se convirtió aquella jornada en el país anfitrión de la Expo ya que los organizadores de su Día Nacional ofrecieron una fiesta en el Palenque, que contó con el sonido y el baile tradicional de este país, lo que hizo que avanzada la mañana los visitantes de la Muestra fuesen incorporándose a la celebración.
El aspecto exterior del pabellón de Grecia respondía a una estructura clásica. El interior estaba presidido por un panel en el que había escrito la palabra <<Filosofía>>, una de las principales aportaciones del mundo antiguo. Copias de esculturas como la de Poseidón o el Efebo de Antiquicera convivían junto a maquetas de embarcaciones y fotografías de Macedonia.
También se localizaron en este pabellón dos mapas explicativos de las conquistas de Alejandro Magno, mientras que la actualidad de Grecia estuvo representado en el pabellón mediante una oficina de turismo, la sección de tecnología, el potencial de los marinos mercantes y un audiovisual sobre el país.
El que actuó como representante del país homenajeado en este día fue el presidente del Gobierno de Grecia, Konstantinos Mitsotakis, cuya llegada fue vitoreada por el público que ondeaba pequeñas banderitas de este país al son de la música griega. Mitsotakis comenzó su discurso haciendo alusión a la Expo como el lugar donde la imaginación española y la capacidad técnica han logrado un resultado admirable.
Por su parte el comisario general de la Exposición, Emilio Cassinello, destacó la importancia de la reflexión, la osadía intelectual y la curiosidad incesante del pueblo griego, y continuó pronunciando las siguientes palabras: <<Sin Grecia nada sería igual, lo que somos, las preguntas que nos hacemos y las respuestas que elaboramos hunden sus raíces en este país mitológico>>.
El Gobierno español estuvo representado por el ministro de Cultura Jordi Solé Tura, que agradeció especialmente la presencia de Grecia en la Expo por representar en su pabellón una visión del pasado y del futuro que fomentaba las relaciones de cooperación entre todos, que fue también la finalidad de la Expo sobre todo por ser este el lugar donde se originó la democracia.
Una vez finalizados los discursos, Stavros Xarchakos y su orquesta interpretaron canciones típicas y a continuación intervinieron unas danzas folklóricas de este país interpretado por un grupo de jóvenes griegos.
Los contenidos del pabellón se distribuían en cuatro secciones: orfebrería, tecnología, navegación y turismo. A la entrada del pabellón se encontraba distribuidos cinco stands con joyas de oro y plata del diseñador Ilias Lalaounis. Las piezas estaban inspiradas en joyas antiguas, en un largo período que comprendían desde el 3.000 a.C. hasta el siglo XV.
Con el tema <<Grecia y el Mar>>, este país mediterráneo estuvo representado por un pequeño pabellón cuyos rasgos más sobresalientes recuerdan a los edificios de la arquitectura clásica griega.
Lo primero que se encontraba en el interior fue una sección dedicada a la navegación con reproducciones a escala de embarcaciones de todos los tiempos incluyendo una nave del año 1500 antes de Cristo.
A continuación el visitante pasa a la sección de arqueología, donde no había ninguna pieza original ya que la ley griega impide sacarlas al extranjero, pero sí copias de magnifica calidad, sobre todo de esculturas clásicas.
Pabellón de Grecia (Fotografía Laurent Antoine LeMog).
