Al igual que ocurrió en la Exposición Iberoamericana celebrada en Sevilla en 1929, la Muestra Universal que acogió Sevilla en 1992 contó con una particular baraja de naipes basada en los símbolos y logotipos referentes a la Expo 92.
La idea de la comercialización de las cartas se proyectó a finales del año 1991, se debió a una iniciativa propia de un grupo particular en el que se incluye Álvaro Rendón, quien desde un primer momento subrayó las dificultades iniciales que tuvo que salvar para que este juego de mesa genuinamente español viera la luz, tras registrar los dibujos y caracteres y desembolsar seis millones y medio de pesetas para adquirir el grado de empresa licenciataria de explotación por parte de la Sociedad Estatal.
Este proyecto de naipes Expo 92, completamente sevillano, fue puesto a la venta primeramente a finales de aquel año 1991 en distintos comercios, hoteles y librerías, tanto dentro del territorio nacional como a nivel internacional, habiendo vendido antes de comenzar la muestra más de seiscientos mil ejemplares, cifra que durante la Exposición de 1929 no se logró alcanzar a lo largo de todo el período de la Muestra iberoamericana.
La baraja de naipes Expo 92 fue fabricada por Heraclio Fournier y comercializada por Al-Design, explicando en cada una de las cartas el fundamento principal de la Expo, <<la Era de los Descubrimientos>>, gracias a las chimeneas de los hornos de la Cartuja, las esferas del logotipo de la Expo, la Giralda y las Carabelas del V Centenario del Descubrimiento.