Las llaves de todas las dependencias del edificio Plaza de América pasaron aquella jornada del bolsillo de Alejandro Martínez, presidente de Agesa, al del consejero de Educación Antonio Pascual, como acto simbólico y efectivo, de esta manera comenzaba el proyecto de adaptación del edificio para que la Escuela de Ingenieros de la Hispalense se trasladase en el curso 95-96.
En la sede de Cartuja 93, como símbolo de la colaboración entre universidad y parque tecnológico, el consejero de Educación, Antonio Pascual, recibió aquel 13 de Enero el manojo de llaves que abren las puertas de Plaza de América, el edificio que en la Expo´92 acogió los pabellones de muchos de los países iberoamericanos, y que desde ese momento se convirtió en un edificio más de la Universidad de Sevilla.
El presidente de Agesa, Alejandro Martínez, fue quién hizo la entrega, recordando el convenio firmado en Julio de 1993 entre las instituciones por el que se intercambiaría Plaza de América por una serie de parcelas en la isla. Martínez afirmaría asimismo que <<la Universidad va a dar contenido al compromiso del Estado de reutilizar las inversiones realizadas en la Cartuja en pro del desarrollo económico y social de Sevilla y de Andalucía.
Recordó que Plaza de América es el edificio más grande construido por el Estado para Expo’92 tanto en metros cuadrados como en la importancia que tuvo en la muestra, y así como por la inversión que supuso de seis mil millones de pesetas.
Sobre las obras que se realizarían a partir de esa fecha y hasta 1995 en Plaza de América informó el consejero Pascual aquella jornada, todos los costes de las mismas, las obras de remodelación tuvieron un presupuesto cercano a los tres mil millones de las antiguas pesetas, de los que 2.500 millones se destinaron a obras de reforma y nuevas construcciones y 500 a equipamientos.