Noruega celebró su Día Nacional en Expo con la presencia de SS.MM, el Rey Harald V y la Reina Sonia.
Este fue el tercer país en firmar el contrato formal para la participación en la Expo 92. El comisario general, Haakon W. Freihow, señaló desde el principio el interés de Noruega por mostrar la capacidad de ser una gran parte de Europa. Noruega fue un colaborador serio en el esfuerzo de asegurar un mundo mejor y más limpio para nuestros hijos.
El Estado noruego destinó 1.500 millones de pesetas para la participación de su país en la Exposición Universal. Noruega estaba presente en Sevilla más allá de su pabellón y de la Expo. Sevilla fue la décima ciudad que se hermanó con Oslo gracias al presente del árbol noruego de la especie <<Picea Abies>>, plantado y cuidado en el Parque de María Luisa en Diciembre de 1991.
El pabellón de Noruega estaba situado en la Avenida de las Palmeras, junto al pabellón de Finlandia, y destacó por su estructura de su edificio en forma de tubo. El recorrido de este pabellón fue de trece minutos y se centró en el espectáculo multimedia que explica la importancia del agua para Noruega.
Todo el recinto noruego estaba cubierto por un estanque, simulando un enorme receptáculo de aluminio, lleno de agua y elevado a un metro sobre el suelo. El pórtico de hielo emergía del estanque, en un ambiente marino, en cuyo interior las paredes estaban recubiertas de hielo brillante como el acero, fruto de una avanzada técnica de congelación. El hielo estaba mezclado con sal, y se mantenía gracias a una computadora que lo regaba poco a poco a una temperatura de treinta y cinco grados centígrados bajo cero, para que se conservara los diecisiete centímetros de grosor.
El clima noruego daba la bienvenida al visitante refrescando las altas temperaturas de la capital hispalense; del pórtico de hielo se pasaba al tubo que flotaba sobre el estanque, el componente principal del pabellón.
Esta peculiar estructura tenía una capacidad máxima para doscientas personas, con una longitud de cuarenta y seis metros de largo y seis metros de diámetro. Fue una avanzada estructura de hormigón construida por Norweigian Contractors para el grupo de empresas Akerm en colaboración con los arquitectos del pabellón.
El espectáculo audiovisual del interior fue preparado por la fotógrafa Gury Dahl, con ciento quince proyectores y diez mil fotografías de Noruega, el mar, las industrias, etc. El visitante andaba por encima del mar y volaba por el cielo, viendo las pequeñas islas noruegas a vista de pájaro. El espectáculo, de trece minutos acompañado sólo de música, presentó la historia del petróleo, la navegación, la pesca y el poder hidroeléctrico en Noruega.
El visitante tenía la sensación de haber entrado en un tubo lleno de agua, por donde fluye la energía que se convierte en luz. La electricidad da vida a la naturaleza, a las ciudades y forma grandes zonas industriales. Las imágenes se reflejaban en todo el cubo, trasladando al visitante a Groenlandia, el archipiélago Svalbard y el norte de Canadá.
Hardal y Sonia de Noruega fueron los invitados de honor de la Expo, en la celebración del día nacional de su país. Los reyes noruegos visitaron el pabellón de su país, el de España y el de Andalucía, además de asistir a bailes tradicionales de su país en el palenque. En este escenario Harald V pronunció un discurso en el que resaltó el importante papel que la España democrática estaba asumiendo en los asuntos mundiales.
El Rey de Noruega dijo en su discurso del Palenque – Mi misión es de paz y estoy encantado de estar aquí en el Día de Noruega. Mi país ha elegido el agua como tema fundamental del pabellón, porque el agua es vida.
Los monarcas noruegos habían sido previamente recibidos aquella jornada frente al Pabellón Real por el Ministro de Educación, Javier Solana y por el comisario de la Expo, Emilio Cassinello.