04-06-1992. Se celebra el Día Nacional de Finlandia en la Exposición Universal de Sevilla

#expohemeroteca: 4 de junio de 1992

Pabellón de Finlandia.

Finlandia eligió el 4 de junio para celebrar su día nacional en la Expo porque fue precisamente la fecha en la que conmemora el día de su independencia de Rusia.

El sello distintivo del pabellón de Finlandia fue la originalidad de su diseño: tecnología y naturaleza, acero y madera, dos edificios totalmente opuestos con un único vínculo de unión: una abertura de luces y sombras, <<La garganta del infierno>>.

Bandera de Finlandia.

El pabellón finlandés en la Exposición Universal de Sevilla fue diseñado por cinco estudiantes de arquitectura entre 25 y 27 años que se ganaron la admiración del resto de los participantes.

Una vez más Finlandia hizo gala de su indiscutible creatividad, combinando estética y funcionalidad en su arquitectura. Ambos edificios expresaban una parte de la vida finlandesa: <<La máquina>>, símbolo de la cultura industrial. <<La quilla>>, representación de la naturaleza.

Pabellón de Finlandia.                                                                                                                                                                    

El diseño del pabellón finlandés había sido ideado con la intención de crear un lugar para respirar y dar de este modo al visitante una sensación de alivio.

Por primera vez Finlandia presentaba un pabellón en el que  se interrelacionaban los elementos de su naturaleza y la cultura derivada de ella con la industria y la tecnología altamente desarrollada del país.

El pabellón está constituido por dos edificios: la quilla y la máquina. Una larga rampa entre ambos edificios conformaba la entrada a las salas de exposición. La quilla se construyó con vigas, columnas y arcos de madera laminada de auténtico pino finlandés. Fue un homenaje a los barcos de madera.

A lo largo de la quilla se había distribuido tres obras de arte, ideadas exclusivamente para la Expo: una inmensa escultura de un insecto, realizada en acero y plástico, colocada a la entrada, creaba una sensación de suspense y expectativa.

La exposición de la quilla se complementó con otras obras y con doce vitrinas referentes a la vida cotidiana, al nivel de vida y el desarrollo en Finlandia.

Interior de la quilla del Pabellón de Finlandia.

Los dos edificios que forman el pabellón de Finlandia estaban unidos a través de un estrecho cañón de dos metros de ancho, pero con quince metros de altura y treinta y cinco metros de longitud: <<La Garganta del Infierno>>, imitaba al paraje natural que se encuentra en el centro de Finlandia.

La Garganta del Infierno.

 

El segundo edificio del pabellón finlandés, con una longitud de treinta y seis metros y una altura de ocho metros, se caracteriza por tener una estructura rectangular y estar revestido con planchas de acero. Es la cara opuesta de la quilla. La máquina fue el símbolo de la cultura industrial y tecnológica del pabellón de Finlandia.

A lo largo de los dos laterales del edificio, se mostraba una proyección multimedia, para la que se utilizaron ciento veinte proyectores y nueve mil seiscientas diapositivas, en la que se apreciaba el fluir de las cuatro estaciones de la naturaleza nórdica, fundidas las unas con otras sin principio ni fin. Las imágenes que pasaban lentamente de grandes panorámicas a pequeños detalles, iban acompañadas por sonido ambiental grabado en los bosques finlandeses.

El día nacional de Finlandia que se celebró durante toda aquella jornada en la Expo, estuvo marcado por el deseo expresado por este país de ingresar en la Comunidad Económica Europea.

Interior de la máquina en Pabellón de Finlandia.

El comisario general de la Expo, Emilio Cassinello destacó el valor para contribuir al mapa de la Europa de la paz y el progreso con el acercamiento de este país a la Unión Europea. Posteriormente el comisario del pabellón finlandés, resaltaría igualmente el deseo de integración en la Comunidad Europea.

Pabellón de Finlandia.

Los discursos oficiales finalizaron con las palabras del viceprimer ministro finlandés, Pertti Salolainen, quien, tras alabar la participación de su país en la Muestra Universal, resaltó que su país aprobaba los principios de la nueva Europa.