La multinacional IBM en su calidad de socio tecnológico en informática celebró aquella jornada su Día de Honor en la Expo 92 en la Isla de la Cartuja. Coincidió este día con la inauguración del proyecto de informatización del Archivo General de Indias, que había sido galardonado con la Medalla de Oro de las Bellas Artes, otorgada por el Ministerio de Cultura a la Fundación Ramón Areces y a IBM España que habían apoyado esta gran obras.
Los actos oficiales del día de honor de IBM contaron con la presencia del presidente de IBM España, Joaquín Moya-Angeler Cabrera, el director general, Juan Carlos Usandizaga y el director regional, Dámaso Quintana. En el recinto de la Isla de la Cartuja los actos se limitaron a firmar en el Libro de honor, para posteriormente dirigirse al Archivo de Indias.
La multinacional IBM aportó a la Expo los ordenadores necesarios, contribuyó con el <<software>> base, el equipo humano de asesoría y consultoría y el mantenimiento de toda la instalación.
Estos equipos estuvieron destinados al sistema de gestión interna de Expo 92, al sistema de información a participantes de pabellones y al sistema de información al visitante.
Este último aspecto fue la parte más visible de la contribución de IBM a la Exposición. Se trató de una red de puntos de información interactiva instalados en una estructura en forma de quiosco de fácil localización en el recinto.
Cada quiosco contenía siete unidades de información, basadas en un PS/2 y pantallas sensibles al tacto de alta resolución. Además, estas unidades podían efectuar reservas en restaurantes, emitir mensajes a otros visitantes del recinto o responder a cuestionarios.
Con sólo deslizar un dedo por los gráficos de la pantalla, el sistema permitía al visitante elegir uno de los tres idiomas oficiales de Expo 92 <<castellano, inglés y francés>> y le daba acceso a muy diversas opciones: desde el paseo electrónico por el recinto de la Exposición seleccionando las imágenes que más le interesaran, hasta consulta de los menús de cualquiera de los restaurantes concertados y, en su caso, hacer reservas directamente. Asimismo, mediante un código que figuraba en la tarjeta de entrada a la Exposición, el visitante podía identificarse ante el sistema y enviar mensajes a otras personas y recibirlos. Estos mensajes podían ser escritos –la pantalla permitió escribir y dibujar con el dedo- o audiovisuales –con la propia voz e imagen del usuario- gracias a los elementos de grabación y reproducción incorporados al sistema.
La información sobre pabellones y actividades se completaba con el acceso a las portadas de varios periódicos nacionales e internacionales, así como noticias emitidas por la agencia Efe. Como actividad lúdica especialmente destinada a los niños, el sistema de IBM en Expo 92 permitió que los visitantes expresaran su creatividad artística utilizando la amplia paleta de colores y trazos diversos que contenía cada una de las pantallas.