06-06-1992. Se celebra el Día de Honor de Cruzcampo en Expo 92

#expohemeroteca: 6 de junio de 1992

Pabellón de Cruzcampo.

El líder nacional del sector cervecero se vistió de gala en la Expo con motivo de la celebración del Día de Honor.

El presidente del grupo Cruzcampo, Robert Hermans, y el presidente de Guinness, Anthony Tenannt, presidieron aquella jornada los actos protocolarios y folclóricos organizados con motivo de este día.

Miles de visitantes entraron a diario en la mayor cervecería de España con el fin de sentir el placer de beberse a sorbos los sesenta centilitros de cerveza recién hecha, lo que les permitía enfrentarse de nuevo al recinto de la Expo.

Placa entrada al Pabellón de Cruzcampo.

En el pabellón de Cruzcampo se había consumido más de doscientos mil litros de cerveza en menos de dos meses desde que comenzó la Expo, elaborados en la mini fábrica situada en el sótano del edificio.

Cruzcampo.

El visitante podía contemplar en este pabellón, que se sale de la tipología general, el museo que albergó curiosidades relacionadas con la cerveza, y la fábrica donde se hacia el milagro de convertir simples ingredientes como cebada, agua, lúpulo y levadura en una de las bebidas naturales y refrescantes que existen desde hace seis mil años.

Pabellón de Cruzcampo – Visita de los tunos.

El pabellón de Cruzcampo tenía un emplazamiento privilegiado, junto al lago (entrando por Puerta Barqueta) y en el cruce entre los pabellones de Andalucía y Retevisión.

La perspectiva del edificio sobre el Lago llevó a su arquitecto, Miguel Oriol e Ybarra, autor también del pabellón de la Santa Sede, a instalar dos torres o vértices de treinta y seis metros de altura, cuyos cables de acero sostienen y recogen la cubierta en forma de hemiciclo del pabellón.

Cartel Cruzcampo en el recinto de la Expo 92.

La cubierta se había diseñado en dientes de sierra de mínima altura y abierta al Norte para que los visitantes pudieran disfrutar del paisaje que se vislumbraba tras el  muro acristalado de treinta metros de longitud.

Actuación en el escenario del Pabellón de Cruzcampo.

El famoso e inconfundible <<Gambrinus>> preside este pabellón desde lo más alto, lanzando un brindis y una invitación a todos los visitantes de la Exposición para que vinieran a probar los cinco mil litros de cerveza que se hacían al día en la fábrica del pabellón.

Gambrinus en lo más alto del pabellón.

Los visitantes que entraban en el único pabellón de una compañía radicada en Sevilla, lo primero que hacían es pedir una jarra de cerveza de 60 cl, que, por 300 pesetas, les devolvía la sonrisa. Entre los atractivos del pabellón se encontraba en la primera planta el Museo, y en el sótano la Fábrica, que explicaba paso por paso la elaboración de la <<rubia cariñosa>>, alabada por Camilo José Cela en su <<Loa del noble arte de beber cerveza>>.

En la planta baja del pabellón se encontraba el bar, donde un largo mostrador permitía a un buen número de ocupantes dedicarse a una de las mayores aficiones de los andaluces: el copeo y la tapa.

Este espacio tenia forma rectangular con una gran cristalera, desde donde por las noches se veía el espectáculo del Lago.

Un equipo de trescientas personas, uniformadas con los colores rojo y blanco de la Cruzcampo, atendía tanto en la barra como el salón en forma de anfiteatro, en tres turnos de cien empleados cada uno.

Interior pabellón de Cruzcampo.

El presidente del grupo cervecero Guinness, Anthony Tennant, destacó aquella jornada durante el día de honor de la cervecera, que tenía fe en esta ciudad y en su futuro. Además elogió al Gobierno español por su coraje e imaginación y la forma de organizar la Muestra Universal.

Autoridades de Cruzcampo acompañan al Rey Juan Carlos en su visita al Pabellón.

Por su parte Emilio Cassinello, comisario general de la Expo 92, puso al citado pabellón como ejemplo de cómo se puede ser europeo sin dejar de ser andaluz.