Cantabria celebró aquella jornada su Día de Honor en la Expo 92. Los actos que se prepararon para homenajear a esta comunidad autónoma comenzaron con la actuación de varias agrupaciones folclóricas montañesas de la región por las calles del recinto de la Expo y concluyeron con una misa criolla de Ariel Ramírez oficiada en el Palenque y que contó con la actuación de los grupos de la Coral <<Salvé>> de Laredo y el grupo <<Alturas>>, de Perú.
Uno de momentos más esperados de aquel día de honor fue la romería montañesa en el Jardín del Guadalquivir donde se ofreció una marmitada para cinco mil personas.
<<Cantabria y la fiesta de los toros>>, <<Historia de Cantabria vista por siete pintores de nuestra región>> y <<Prehistoria en Cantabria>> fueron algunas de las exposiciones que acogieron las distintas salas expositivas del pabellón de Cantabria.
Los visitantes que accedían a él en grupos de 25 personas como máximo, podían contemplar la primera exposición <<Prehistoria de Cantabria>> en la sala baja del edificio. En ella se presentaba algunas fotos sobre las distintas pinturas rupestres que se encontraban en las paredes, techos y abrigos de las cuevas de <<El Castillo>>, <<La Pasiega>>, <<Las Chimeneas>>, <<El Pendo>> y <<Altamira>> de Cantabria.
De la mano de una azafata los visitantes se introducían en la zona central del pabellón cántabro: la reproducción de las famosas cuevas de Altamira. La temperatura al llegar a este punto incluso se rebajaba hasta unos 15 grados centígrados, uno más en relación con las cuevas verdaderas.
Otras de las grandes figura de este pabellón fue la del personaje Juan de la Cosa, que no se trataba del personaje que tantas sonrisas arrancó de aquella televisión en España con el programa Un, dos, tres, como creían muchos de los visitantes al acercarse hasta el pabellón cántabro, si no del célebre cartógrafo de Santoña y propietario de la nao <<Santa María>>.
Una reproducción en cerámica de su carta, que constituyó el ejemplar más representativo de la cartografía castellana, se expuso en la primera planta del pabellón dedicada a <<Cantabria y el mar>>. El resto de la sala expositiva estaba dedicada a la navegación. Se mostraron diez maquetas de barcos, dos astrolabios y compases (útiles de navegación usados hace años). Lo más llamativo de la planta fueron tres piezas originales: una timonera, dos magistrales (piezas de barcos) y un piloto automático.
<<Cantabria, mar y montaña>> fue el nombre del documental, que se proyectó en esta planta con una duración de quince minutos.
