Aquel 27 de enero de 1992 fue presentada la obra del pintor Guillermo Pérez Villalta, que se estaba ejecutando directamente sobre el techo del pabellón de Andalucía en la Expo, y que refiere los doces trabajos de Hércules asociados a los signos del zodiaco. El artista gaditano se encontraba trabajando aquellos días sobre un espectacular andamiaje donde decoraba un círculo de veintitrés metros de diámetro que finalizó a finales de febrero de 1992.
La mitología herculana se halla presente en todo el pabellón de Andalucía, en sus escalinatas se encontraba como todos recordaremos unas esculturas de bronce de José Seguiri que congelan el momento de la construcción del emblema andaluz: un Hércules se afana en la disposición de las columnas mientras dos leones descansan sobre los peldaños de la escalera de acceso, en la actualidad esta escultura puede visitarse junto a los jardines de la entrada del Parlamento de Andalucía.
Siguiendo con la pintura de Pérez Villalta en el techo del foro, Hércules vuelve aparecer, en sus doce trabajos asociados a los doces signos del zodiaco. Es la pintura del artista natural de la localidad de Tarifa, que fue presentada aquel día a pocos meses del comienzo de la Muestra Universal, en el acto de presentación contó, entre otros, con la presencia del comisario del citado pabellón, Antonio Rodríguez Almodóvar.
Esta obra fue encargo de la comisaría del pabellón, por el que el artista cobró quince millones de pesetas y lo estaba efectuando en un gran andamiaje, y directamente sobre el techo.
Pérez Villalta optó por el temple en el que se sustituye la cola tradicional al huevo por látex, y en definitiva por unos materiales que resistan los embates de la humedad, la obra se organizó tomando como eje la referencia de los doce trabajos antes señalados y el centro de la composición lo ocupan dos figuras entrelazadas del sol y la luna de las que irradian haces de luz que terminan en un recorrido circular a lo largo del último anillo del techo y en el que aparecen las ya referidas figuras de Hércules y los signos del zodiaco.
En el anillo intermedio aparecen también representados los ciclos lunares estableciendo una relación entre los meses, las horas del día y los puntos cardinales en un tratamiento de transformación del color que acompaña a la noche, mañana, mediodía y tarde.
La perfecta incardinación de la obra en la arquitectura del pabellón de Andalucía, aprovecha el juego de vanos que rodean el edificio, estableciendo una iluminación gradual según la posición del sol, a lo largo del día.