Ginés Aparicio fue Ingeniero de Caminos, director de la División de Proyectos y Construcciones, fue la mano derecha de Pellón para construir la Expo de Sevilla. Un profesional de extraordinaria solvencia que consiguió recuperar el tiempo perdido por indecisiones políticas y el cumplimiento de los plazos para que el 20 de abril de 1992 nadie que llegara a Sevilla y no hubiera visto cómo estaba la isla de la Cartuja tres años antes, pudiera imaginarse que se hizo tanto en tan poco tiempo. También es necesario resaltar la labor de José María Benjumea, y de Rafael López Palanco, entre otros muchos profesionales. Ginés Aparicio trabajó después muchos años a las órdenes de José Luis Manzanares en Ayesa. Y ha sido una de las personas clave en la ejecución técnica del rascacielos, la Torre Sevilla, que ahora, obviamente, es el edificio emblemático en la zona.
Que descanse en Paz.