La construcción de la Torre Schindler quedó finalizada aquel 14 de Abril de 1992, esta famosa torre mirador constituyó uno de los emblemas arquitectónicos más importantes de la Exposición Universal de Sevilla, ya que sería la única torre de construcción permanente que quedó como testimonio de la celebración de la Muestra, convirtiéndose en la segunda torre del Guadalquivir, tras la Torre del Oro.
La participación y colaboración de Giesa Schindler en la Expo’92 supuso una inversión de 1600 millones de pesetas, entre ascensores, escaleras mecánicas y aceras móviles en las estructuras y pabellones construidos en los terrenos de la Isla de la Cartuja.
La Torre Schindler es de estructura metálica combinada con pantallas de hormigón, posee una altura de 60 metros y está dotada de dos ascensores con cabinas panorámicas fabricadas en vidrio de seguridad, de una sola pieza, de 2400 milímetros de anchura y 2300 milímetros de altura y con una capacidad para 18 personas.
Los ascensores tienen un recorrido de 48,3 metros, alcanzando una velocidad de 2,5 m/s, con tiempo de esperas mínimo y estaban dotados durante la Expo de aire acondicionado para mayor comodidad de los pasajeros. El cuadro de control, de avanzado diseño, se integra armónicamente en el conjunto.
Los pulsadores son sensitivos y su electrónica, libre de desgaste, proporciona una elevada durabilidad. La aplicación de sistemas electrónicos digitales proporciona la exacta nivelación del ascensor, introduciendo las correcciones correspondientes de acuerdo a la carga de cada viaje.
Schindler suministró más del 70 por ciento de todas las necesidades de transporte vertical y andenes móviles del recinto de la Expo. En este proyecto Giesa Schindler ofreció la gama más amplia de soluciones en transporte vertical: desde ascensores convencionales y montacargas hasta modelos panorámicos.
La Torre Panorámica Schindler, tiene una altura de 65 m, aproximadamente 18 pisos y ofrece una vista del río Guadalquivir a la altura del puente del Patrocinio así como del que fuera recinto de la Expo´92 y de parte de la ciudad de Sevilla.
En el año 2007 se comenzó a rehabilitar para que formara parte del Centro Cultural del Pabellón de la Navegación que abrió en 2012 sus puertas reutilizando así uno de los pabellones más visitados y aclamados de la muestra universal.
