La Asociación Legado Expo Sevilla volvió a recorrer las calles de la zona norte del recinto legado de la Exposición Universal de Sevilla 1992.
En esta agradable mañana con temperaturas casi veraniegas los diferentes grupos guiados por miembros de nuestra asociación recorrieron las calles, avenidas y pabellones que conformaron el recinto de la Expo 92, actual Parque Científico y Tecnológico Cartuja.
En esta visita comenzábamos junto a uno de los pabellones más grande del recinto, Plaza de América, actual sede de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Sevilla.
Los artífices del proyecto, Castañón Díaz, Zapata y Gómez, concibieron un espacio alrededor de un patio central donde el agua y la luz tamizada eran protagonistas. En los niveles más bajos se desarrollaban los espacios para pabellones y en las azoteas se desplegaban los restaurantes nacionales de cada país y miradores al lago y al resto del recinto de la exposición.
Tras la muestra el pabellón fue cedido a la Universidad de Sevilla en 1994 y transformado en la Escuela Superior de Ingeniería. El proyecto de adecuación intentó convertir el edificio en un recinto energéticamente eficiente y adaptado a las necesidades de la comunidad educativa.
Nuestra siguiente parada fue el Pabellón de México, edificio diseñado por el arquitecto Pedro Ramírez. Como pudieron observar nuestros visitantes, su forma recuerda a una pirámide plana, imitando a los templos aztecas precolombinos. El recorrido se realizaba a través de diversas salas con espectáculos multimedia, todas ellas distribuidas en dos plantas comunicadas por las enormes “X” (equis) que pudieron contemplar durante nuestro recorrido.
Llegamos a la zona de la Avenida de Europa donde repasamos la anécdotas de pabellones como el de Francia, edificio de forma cuadrada, con unas medidas de 50 metros de largo por 50 de ancho. En él destacan tres elementos. El primero, en la parte superior, es la campana de vidrio, la cual se sustenta a modo de palio sobre cuatro columnas de fibra de carbono de 15 metros de altura. El segundo de los elementos es la plaza precedente a la entrada al pabellón.
El tercero de los elementos, el más impresionante de todos, fue el conocido como “Pozo de las imágenes”. Bajo esta misma plaza se excavó un gran orificio cúbico de 20 metros de profundidad. Fue uno de los audiovisuales más aclamados en la Expo.
Otro de los pabellones que cabe destacar por su arquitectura fueron el Pabellón de España y el Pabellón de Portugal que durante nuestra ruta los visitantes pudieron ver en ella el paso del tiempo en estos últimos 30 años, pero donde disfrutaron dentro de este peculiar recorrido fue en su Avenida de Europa, donde en el centro nos presentaba su gran pabellón ideado para la Exposición Universal de Sevilla, el pabellón de la entonces llamada Comunidad Económica Europea, conocida ahora como Unión Europea. De este pabellón sólo podemos observar desde el exterior una parte: la Torre de Europa. Se trata de un monolito policromado de 50 metros de altura, cuya cara principal refleja las banderas de los doce países que conformaban en 1992 la Comunidad Económica Europea, estando coronados por la bandera de España y desde ahí hacia abajo continuando las banderas por orden alfabético de los países entonces integrantes.
Para ir llegando poco a poco al final de nuestro recorrido llegamos hasta el pabellón de Italia, obra de la arquitecta Gae Aulenti en colaboración con el arquitecto Pier Luigi Espadolini llega hasta los 90 metros de largo por 50 de ancho. La magnitud de sus medidas hace que este pabellón pueda ser visto prácticamente desde cualquier punto de la Cartuja, e incluso desde fuera del recinto de la Expo’92.
Una vez visitado el interior del pabellón italiano llegamos al pabellón de Hungría, una de nuestras joyas de la Cartuja, fue diseñado por el arquitecto Imre Makovecz. Representa una iglesia rural húngara, ostentando muchísimas peculiaridades. Destacan sus siete torres, que simbolizan las siete religiones mayoritarias existentes en Hungría, cada una con dos campanas que tocaban cada hora, para recordar la victoria sobre los turcos en la batalla de Belgrado.
El final de nuestra ruta fue en el Pabellón de Finlandia, sede de la Fundación FIDAS, el de Finlandia fue uno de los edificios más aclamados durante el 92 en cuanto a su diseño. Pero este pabellón no es fruto del trabajo de un prestigioso arquitecto, sino de una idea concebida por tres estudiantes finlandeses. En el interior del pabellón finlandés nuestros visitantes pudieron ver un fantástico audiovisual de como se construyó el recinto de la Expo 92.
Desde Legado Expo Sevilla, agradecemos a todos nuestros visitantes por acompañarnos en una nueva jornada de visitas guiadas y a las empresas colaboradoras de estas rutas, PCT Cartuja y Fundación FIDAS.
Nuestras próximas rutas ya están en el calendario, te esperamos en Abril del 2023.