Holanda celebró aquella jornada en el recinto de la Expo 92, con la presencia de su Alteza Real el Príncipe Bernardo, la colocación de la última viga del pabellón holandés. A los mandos de una grúa, el propio Príncipe realizó la operación simbólica.
Tras el acto, el padre de la Reina Beatriz afirmaría que estaba muy complacido por la buena marcha del pabellón de su país y dijo que la Exposición Universal de Sevilla era la mayor de cuantas se habían celebrado hasta aquellos primeros años 90.
Diseñado con una estructura abierta de columnas y dos plantas de exposición, el edificio incluyó varios alardes tecnológicos como un avanzado sistema de refrigeración por evaporación de agua.
Los responsables de la construcción del pabellón quisieron dejar claro aquella jornada en la Expo que no es real la impresión de caja prefabricada que ofreció el edificio, porque la construcción ha necesitado de hasta cuatro meses.
El pabellón finalizó sus obras en octubre de aquel año 1991 con varios meses antes de que se cumpliera el plazo oficial dado por la Organizadora, por lo que los responsables de la participación holandesa esperaban disponer de más tiempo para corregir cualquier fallo que se pudiera observar en su programación.
El coste de la participación de Holanda en la Expo fue de unos mil seiscientos millones de las antiguas pesetas.
Un sesenta por ciento de esta cifra fue aportada por el Gobierno holandés, mientras que el cuarenta por ciento restantes fue aportado por varias compañías patrocinadoras.
Bajo el lema <<Excelencia en el pasado, competencia en el futuro>>, el pabellón holandés se dividió en tres temas clave para entender la realidad del país: el agua, la industria y la cultura. No se trataba sólo de una exposición de índole económico-tecnológica, sino también de una amplia muestra cultural que trató especialmente la relación histórica entre Holanda y España.
Una sala con veinticuatro proyectores sirvió para mostrar las posibilidades del país como lugar turístico.
Aquella jornada del 16 de Mayo de 1991 la ministra holandesa de Comercio Exterior acompañaría también al Príncipe Bernardo en el acto, dijo que Holanda es uno de los mayores inversores en España y que desde 1987 esta inversión se había duplicado. Indicó que varios bancos y compañías de seguro de su país pretendían implantarse en España desde la Exposición Universal de Sevilla.