Uno de los alicientes de la Exposición Universal de Sevilla fue el apartado cinematográfico y uno de sus cines estrella fue el Cine Espacial Omnimax, muchos de aquellos cines de la Muestra Universal se trataban de cines en formatos imax, cines con grandes pantallas de variadas formas, nada que ver con la disposición plana de las salas comunes y que también podían tener movimiento o incluso darlo al espectador.
Nuestra Expo-Hemeroteca está dedicada hoy a ese público fiel, masivo y constante que llenó uno de los cines más aclamados en la Expo’92, el Omnimax, aquel cine sobreviviente del incendio en el pabellón de los Descubrimientos y luego olvidado por el largo paso de los años hasta desmontarse trece años después de la muestra.
El cine Omnimax fue una de las pantallas más impactantes y de mayor éxito en la Expo, situado en la única zona que logró salvarse del incendio del pabellón de los Descubrimientos, al sur del recinto. Se trataba de una pantalla semiesférica de gran tamaño inscrita en una Cúpula de 24 metros de altura, lo que le permitía una sensación de realidad o presencia física de las imágenes.
Aquella jornada comenzó a funcionar de modo experimental exhibiendo la película <Eureka, la pasión por descubrir>, una producción de 300 millones de pesetas realizadas inicialmente para la Muestra Universal.
Más de 3.000 personas pasaron por la sala de cine Omnimax antes de la apertura de la Expo’92, la primera en España que tenía una pantalla de 180 grados, más grande que el campo de visión humana, lo que producía en el espectador una sensación de realidad asombrosa, además, el formato 70mm, y 15 perforaciones, diez veces superior al normal, dotaba a las imágenes de una calidad y definición insuperables en aquellos años 90, sin olvidar su sonido de alta fidelidad logrado por seis altavoces.
Su película estrella durante los seis meses de la Exposición fue Eureka, producida por la propia Expo, fue un documental sobre la era de los Descubrimientos dirigido por Jon Boorstin y música de Steve Wood. Rodada en 70 milímetros y con 19 minutos de duración, la película tuvo una segunda versión de 38 minutos y que fue distribuida en la creciente red de cines de gran formato Imax en todo el mundo.
También se proyectó la gira europea de los Rolling Stones en el Cine Omnimax titulada At de Max. La tecnología Imax consiguió proyectar el concierto de los Rolling Stones con fotogramas de 75 milímetros y sonido sensoround.
La fuerza del sonido del grupo desgranada en 15 de sus mejores temas de todos los tiempos se potenciaba hasta el delirio gracias a un sistema de seis canales de sonido estereofónico circular y uno de sub-bajos que rodeaban al público con una sensación como si tuvieran a los Rolling Stones viviendo en tu tímpano.
Los espectadores que visitaron las primeras sesiones de Eureka, la pasión por conocer, aseguraron haber quedado completamente impactados por este sistema audiovisual Imax, que fue estrenado en la Expo de Osaka en 1970.
La productora americana MacGillvray Freeman Films y la española Resorte Comunicación fueron seleccionadas de entre un grupo de once para este trabajo. Las escenas de la película fueron rodadas en diferentes lugares del mundo: Tierra de Fuego (Chile), la Guayana francesa, donde se rodó el lanzamiento del cohete Ariane, Estrecho de Magallanes, Sevilla, Hawai, lugar donde se recogió un eclipse de Luna y California, de donde se obtuvieron imágenes para recrear un paisaje holandés, entre otros lugares.
Eureka comenzaba en los Reales Alcázares de Sevilla, donde unos astrónomos árabes observaban un eclipse de Luna para, según la tradición científica iniciada por Ptolomeo, sacar conclusiones sobre la forma esférica de la Tierra. El guión de la película, de Jon Boorstin, recogía además el gabinete de Newton, el descubrimiento del microscopio y el hallazgo de las pinturas de Altamira.
Para hacer más llevadera las largas colas en el Cine Espacial Alcatel, un circle-visión formado por casi cien pantallas de televisión ofrecieron programas y espectáculos de ocho minutos de duración a los visitantes.