China, el país más poblado del mundo, celebró aquella jornada su Día Nacional en la Expo 92. El viceprimer ministro de la República de China, Tian Jiyun, presidió los actos conmemorativos celebrados durante la jornada de honor del país asiático, entre los que destacaron la actuación del grupo de cantos y danzas de Gansu. El grupo de acróbatas de Jining completaron el programa cultural de China.
El pabellón de China, a pesar de ser uno de los más populares entre el público recibía una media de 18.000 visitantes entre semana y unos 40.000 durante el fin de semana.
Este pabellón no fue uno de los más grandes de la Expo 92 ni tampoco contenía gran cantidad de objetos, pero el pabellón del país más poblado del mundo optó por una presentación de calidad para compensar la reducida cantidad.
Los visitantes que pasaban por la entrada principal, se encontraban con una portada de madera pintada alegremente, muy al <<estilo chino>>. El atrio de acogida tenía un magnifico tapiz de seda bordado con la Gran Muralla China, en estilo imperial.
El pabellón fue dirigido por el comisario Liang Xinghua, estaba dividido en cuatro temas. Uno son las muestras de los logros culturales científicos y tecnológicos de la China antigua y de la Edad Media; otro fue el jardín chino; la tercera estaba dedicada a los avances chinos en el campo de la ciencia y la tecnología; y por último, había demostraciones de artesanos chinos, junto a la tienda: bordando tapices siguiendo la técnica del <<bordado a doble cara>>, pintando, y tallando piedra.
El jardín que se encontraba en el interior del pabellón fue un típico jardín imperial similar a los que todavía se puede encontrar en su país de origen. Con sus lomas artificiales, fabricadas con piedras naturales, poseía un quiosco decorado con alguna poesía escrita en caracteres chinos, desde el cual se tendió un puente que conducía a una fuente musical.
Los cohetes actuales utilizados por los chinos para lanzar sus satélites de comunicación al espacio son un ejemplo de la tecnología moderna mostrada en el pabellón de China. En lo concerniente a la aportación china a la humanidad destacaron cuatro grandes inventos: la elaboración del papel, la impresión, la pólvora y la brújula.
Cada uno había jugado un papel en el <<descubrimiento>>, tanto para los chinos dentro de su propio continente, como para los europeos en sus viajes durante los siglos XIV, XV y XVI.
De todos los contenidos del pabellón, lo más llamativo fueron las figuras de terracota de la tumba de Qin Shi Huang y las réplicas en madera de dos antiguos instrumentos de bronce que datan de los años 626 y 755.
Completaba la exposición una réplica en bronce de un carro de guerra tirado por cuatro caballos.
Uno de los objetivos de China en la Expo fue potenciar el turismo. Para ello eligió una película titulada <<Paisajes de China>>, a través de la cual se mostraban durante quince minutos lugares más pintorescos, las reliquias históricas y las antiguas construcciones que se encuentran a lo largo de los 9.6 millones de kilómetros cuadrados de la República de China Popular.