La empresa Alcatel Standar Eléctrica S.A., firmó aquella jornada con la Expo 92 un contrato que la convirtió en sociedad colaboradora de la Muestra Universal y patrocinadora del cine espacial, que se construyó en el Pabellón de los Descubrimientos del recinto de la Cartuja. Además de este acuerdo, por el que Alcatel abonó mil millones de pesetas.
El consejero delegado de la Expo 92, Jacinto Pellón, dijo aquel 28 de Diciembre de 1988 en una rueda de prensa celebrada tras la firma del acuerdo, que Alcatel fue la primera empresa colaboradora y que ha tenido la valentía de creer conveniente estar presente en la Expo.
La empresa de telecomunicaciones patrocinó el cine espacial, donde se mezclaba la tecnología espectacular combinada con la tecnología planetaria con el sistema digital.
La empresa colaboradora Alcatel figuró también como patrocinadora de la película que se proyectó durante la muestra con el sistema digital Imax del cine espacial.
De esta manera a cuarenta meses de la inauguración de la Exposición Universal de Sevilla se contaba ya con cuatro patrocinadores oficiales, cada uno de los cuales había aportado mil millones de pesetas.
Aquellos primeros cuatro patrocinadores fueron protagonizados por algunos de los bancos de la época entre ellos los Bancos Bilbao-Vizcaya, Español Central de Crédito, Hispano Américano y Exterior de España.
Ser patrocinador oficial de la Exposición le daba derecho a las empresas, entre otras cosas, al uso exclusivo del logotipo de la Expo´92 y de la denominación <<Patrocinador Oficial Expo 92>> en toda la publicidad estática en el recinto de la muestra.
El cine espacial de Alcatel fue uno de los mayores atractivos de la Expo, incluso 65.000 personas lo habían visitado antes de que se cumpliera la primera semana de apertura de la Exposición Universal de Sevilla.
Con el cine espacial Alcatel conocido como Omnimax, se complementaria el variado panorama de espacios vinculados a la imagen. 180 grados de ángulo de la pantalla en una sala de cine semiesférico, con butacas escalonadas en diagonal que configuraron este peculiar espacio de este edificio, donde se podía ver películas como la dirigida por Macgillivray Freeman Films, con guión de Jon Boorstin, en formato de 70 milímetros con 15 perforaciones, diez veces mayor al formato habitual de cine, y con escenas sobre el viaje de Magallanes, estudios de Newton, descubrimientos del microscopio o el lanzamiento del Arianne, entre otras.