Aquel 12 de Noviembre de 1992 comenzaría el desmontaje de la mítica torre de papel reciclado que formó parte del Pabellón de Suiza en la Expo’92, como todos recordaremos fue un pabellón con forma de teatro sin cubierta, en el que una torre de 38 metros de altura, construida con papel reciclado e impermeabilizado que ocupó el foso mientras el resto se destinó a exposiciones, salas de espectáculos y un café-teatro.
Este pabellón estuvo situado en la Avenida de las Palmeras, entre el Pabellón de Checoslovaquia y Fujitsu.
El primero de los contenidos de este pabellón fue la tecnología suiza y sus inventores. El segundo mostró la faceta vanguardista, divertida e inesperada de su cultura.
Esculturas burlescas acompañaron la visita por una exposición en la que, además de contemplar insólitas obras, se podía disfrutar de las artes escénicas.
También tenemos que recordar que el proyecto inicial de este pabellón fue reconvertido ya que pretendían mantener en el tórrido verano hispalense una torre de cuarenta metros de hielo bajo el titulo de `Swice´, contradicción en inglés del nombre del país y la palabra hielo ideada por su arquitecto Vincent Mangeat.
Los ecologistas suizos se hicieron cruces y se optó por reconvertir el hielo por papel reciclado.
En definitiva esta arquitectura suiza demostró la preocupación del pueblo suizo por el medioambiente, ya que todos los componentes del pabellón fueron biodegradables.