Hoy vamos a recordar en la Expo-Hemeroteca una de las principales infraestructuras realizadas para la Expo’92 de Sevilla, su diseño, sobre todo interior es reconocido internacionalmente, como una de las obras más importantes del arquitecto Rafael Moneo.
Una mezcla de arquitectura tradicional y moderna que generó un espacio solido y concentrado a la vez que funcional.
El aeropuerto de Sevilla multiplicaría por diez el movimiento de pasajeros en los seis meses que duró la Muestra Universal de 1992, según adelantaría el proyecto de porcentajes de pasajeros aquel 16 de Mayo de 1989 el jefe de gabinete de planificación de Aviación Civil, José Antonio Moreno, en una jornada organizada aquel mismo día por Expo’92 para representantes de compañías aéreas.
El tráfico de pasajeros en el Aeropuerto de Sevilla antes de la Exposición Universal era de un millón de pasajeros al año (el 3 porciento del tráfico nacional en 1989) y pasó a tener un movimiento de entre ocho y diez millones de personas durante los seis meses de la Expo’92 (el 10 por ciento del total español en 1992).
Este considerable aumento de pasajeros obligó durante los meses de la Muestra a utilizar los aeropuertos de Málaga y Jerez de la Frontera (Cádiz), de forma que entre las tres ciudades abordaron en 1992 todo el movimiento de pasajeros previsto, mediante la ampliación de los respectivos edificios.
Un 60 por ciento del tráfico tuvo como destino el aeropuerto de Sevilla, el 30 por ciento el de Málaga y el 10 por ciento restante el de Jerez de la Frontera.
La construcción del edificio del aeropuerto sevillano proyectado por el arquitecto Rafael Moneo, comenzaría en Junio de ese mismo año 1989 y concluyeron con la inauguración de las nuevas instalaciones del Aeropuerto de Sevilla el 31 de Julio de 1991 con un presupuesto total de obras de 10.000 millones de pesetas.
El edificio del Aeropuerto de Sevilla está diseñado por Moneo con componentes tradicionales de la cultura sevillana y para ello, se sirvió de tres componentes tradicionales, la Mezquita, el Palacio y los Naranjos. Un huerto de naranjos recibe a los viajeros que llegan al aeropuerto de Sevilla, para luego entrar en una estancia de color azul por efecto de las tejas vidriadas y coronada por una arquería sustentada por las bóvedas.
El edificio terminal de pasajeros tiene una superficie total construida de 62.000 m2 repartidos en tres alturas (llegadas, salidas y bloque técnico), existiendo una entreplanta y un sótano.