Este sábado 7 de febrero los socios de Legado Expo en compañía del director del Parque del Alamillo, Adolfo Fernández Palomares, hemos visitado el legado verde y botánico que conforma el parque del Alamillo y los antiguos viveros de Expo’92.
La visita comenzó con un amplio recorrido en uno de los trenes neumáticos también heredados de la Exposición por todo el interior del parque de norte a sur con las explicaciones y anécdotas de su director.
Desde que, en el otoño de 1993, se abriera formalmente al público, este gran pulmón de Sevilla, el Parque del Alamillo se ha consolidado en la ciudad hispalense como una oferta que está perfectamente definida y que ha sido acogida muy favorablemente por la ciudadanía a la que siempre está dirigida.
Durante la visita los socios de Legado Expo hemos podido recorrer el interior de los huertos urbanos y recorrer los caminos que conforman este paraje único hasta llegar a la zona de los antiguos Viveros de Expo’92.
El antiguo vivero de la Exposición Universal de Sevilla, cuyo objetivo primordial fue el de suministrar toda la vegetación del recinto donde se celebró este acontecimiento, está situado en la parte posterior del Cortijo del Alamillo, en la zona norte del Parque.
Una vez finalizada la Expo’92 las plantas sobrantes fueron conservadas en este espacio, el cual ha sido objeto en los últimos años de una serie de actuaciones como la construcción de refugios de fauna, y aclareo de parcelas para permitir que las especies dispongan de más espacio para su crecimiento.
Al llegar el tren neumático al vivero principal, accedimos al interior donde se mantienen una gran colección botánica con especies muy valiosas todas ellas heredadas de la Exposición Universal.
En el vivero se realizaron unas transformaciones para garantizar la gran biodiversidad del Parque del Alamillo heredadas de la muestra sevillana donde hemos podido ver especies tan curiosas como el Palo Borracho de la familia de plantas Bombacaceae, un árbol con una corteza cubierta de espinas cónicas.
En el interior del vivero ecológico el director del parque, Adolfo Fernández, nos contó las anécdotas de la plantación de muchas de las especies utilizadas para la Expo 92 y su aclimatación en la ciudad de Sevilla, así como su cuidado.
Fuera del vivero recorrimos los caminos con numerosas especies botánicas, además pudimos comprobar de primera mano cómo se ha reutilizado parte del mobiliario urbano defectuoso de la Expo creando monumentos en plena naturaleza que dan cobijo y vida de muchas especies.
Mucho de ese mobiliario se encuentran almacenados para seguir transformándose en parte del Parque del Alamillo, además muchos de ellos aun tienen la huella de las diferentes transformaciones posteriores a la Expo y uso en la Isla de la Cartuja.
Finalizamos la visita al legado verde que conforma el Parque del Alamillo y su antiguo vivero de la Expo’92, agradecemos a los socios asistentes en esta fría jornada y al director del parque por la visita guiada y enseñarnos las fantásticas instalaciones.