Victorio & Lucchino desarrollaron la línea de uniforme para la Muestra Universal de Sevilla, de acuerdo con el contrato firmado entre los prestigiosos creadores sevillanos y la Sociedad Estatal Expo 92.
Se trató de una de las operaciones más ambiciosas realizadas en España en torno al sector de la moda, que representó el diseño y fabricación, en un tiempo récord de más de 100 prendas y complementos diferentes.
José Víctor Rodríguez y José Luis Medina, Victorio & Lucchino, comenzaron a desarrollar su actividad como estudio de diseño en 1975. A principios de los ochenta sus creaciones rebasaron las fronteras de Andalucía. Desde 1985 se les consideran como una de las primeras firmas del sector de la moda en España, con una proyección cada vez más clara en la exportación, tanto a Europa como a algunos Estados americanos.
La Organizadora de la Exposición Universal contempló siempre el desarrollo de una línea exclusiva de uniformes que identificaron a los diferentes colectivos de personas que prestaron sus servicios en el recinto de la Isla de la Cartuja, atendiendo a criterios de operatividad y contribuyendo a la definición de la imagen que debía transmitir un acontecimiento internacional de este nivel.
Para concretar esta actuación se convocó una concurrencia pública de ofertas a la que se presentaron nueve propuestas de otras tantas empresas. El resultado de este proceso fue encargo suscrito con Joluele, la sociedad de producción de las creaciones de Victorio & Lucchino.
Fueron más de 8.000 las personas que trabajaron uniformados en la Exposición Universal, tanto en su periodo de celebración como en los meses previos. Se trató de un total de 26 colectivos que, a efectos de uniformidad, se habían dividido en ocho grupos diferentes: Mantenimiento, limpieza menor, seguridad, bomberos, controladores, sanidad, atención al visitante y protocolo.
La riqueza creativa del proyecto pudo deducirse si se considera que incluyó diseños para funciones tan diferentes como las que hubo que desarrollar los jardineros, taquilleros, conductores de ambulancia o azafatas. Para todos ellos Victorio & Lucchino habían diseñados más de 50 prendas y complementos que van desde vestidos, faldas y pantalones hasta delantales y cascos. Todos ellos en doble versión, para mujer y para hombre.
Los modelos elegidos desarrollaron una idea con un resultado cómodo y funcional e incorporando elementos propios de la ciudad de Sevilla.
El mantón, los pañuelos, las peinas y capotes, junto a los colores de la Exposición: azul del cielo nobleza de nuestra tierra, rojo de sangre y genio y oro de la riqueza cultural de la nación anfitriona que presentaba dignamente con la hospitalidad que le caracteriza.
