La compañía Sony vendió parte de su pantalla Jumbotron en 1993 a una empresa estadounidense, la otra gran parte de la famosa pantalla fue vendida al Hipódromo de Madrid en el año 1996 hasta 1999 fecha en la que fue embargada y subastada posteriormente según los datos registrado en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Así pues, la pantalla de Sony en la Muestra Universal, la más grande de Europa y la segunda del mundo en aquellos años, fue vendida a pedazos y tan solo quedó en oferta durante 1993, 64 de los 192 metros cuadrados que tenía inicialmente.
Sony y Partecsa llegaron a mantener negociaciones para la compra-venta de la pantalla Jumbotron – de 12 metros de altura y 16 metros de anchura-, pero finalmente la adjudicataria provisional del Parque Temático de Cartuja declinó la oferta económica.
La pantalla Jumbotron, que hizo de la Plaza Sony de la Expo punto de encuentro obligado de la juventud, se construyó con 60 estructuras modulares traídas de Japón, 42 de las cuales se hallaban en 1993 en poder de una compañía americana asociada a Sony, el resto de módulos se los estaban disputando varias empresas españolas.
La Plaza Sony tuvo la oportunidad de disfrutar de las músicas y ritmos más característicos de 1992 a través de la referida pantalla de 192 metros cuadrados, con una altura equivalente a un bloque de ocho plantas.
Con 32 niveles ajustables de brillo y 256 tonalidades por cada uno de los colores primarios, la pantalla Jumbotron, desarrollada por la firma Sony, ofreció programaciones de extraordinaria calidad y nitidez.