Alrededor de la una de la tarde de aquel 26 de Enero de 1987, una docena de maquinas comenzaban a rodar por la Isla de la Cartuja cerca del Puente del Patrocinio.
Con ello se iniciaban las primeras obras de la Expo en un lunes lluvioso que fue calificado como histórico por el presidente de la Junta y por el comisario Olivencia.
Una arqueta verde y blanca con los periódicos del día, un videocassette de TVE, un disquette con los programas radiofónicos alusivos a la Expo, la cronológica de la muestra, monedas y las copias de las licencias de obras, todo fue enterrado bajo lo que sería una de las grandes vías de acceso a la Expo.
Aquel acto de la colocación de la primera piedra de las obras de la Expo fue meramente protocolario, pero pese a todo allí estuvieron presentes la práctica totalidad de las autoridades regionales, provinciales y locales, los miembros de la Oficina del Comisario y de la Sociedad Estatal, así como representantes del Club 92.
El presidente de la Junta de Andalucía en 1987, José Rodríguez de la Borbolla; el comisario general de la Expo’92, Manuel Olivencia; el alcalde de Sevilla, Manuel del Valle y el consejero de Obras Públicas y Transportes, Jaime Montaner, fueron algunas de las autoridades que palustre en mano echaron cemento sobre la arqueta que simbólicamente fue enterrada en la Isla de la Cartuja como gesto protocolario del inicio de las obras de la Expo’92.
Tras la colocación de esta simbólica primera piedra, las maquinas iniciaron sus trabajos.
El presidente de la Junta manifestó que había comenzado simbólicamente <<la lucha para poner en marcha la Exposición, un lucha que hay que continuar plasmando paso a paso, ahora en materias concretas, para conseguir transformar Andalucía y Sevilla>>. Por su parte, el comisario de la Expo señalaría que se trataba de un momento histórico y resaltó la realización de un proyecto de futuro para la Isla de la Cartuja.
Las obras preliminares, comenzadas aquella jornada de 1987 se referían a tres aspectos de la infraestructura de la Cartuja. En primer lugar, la empresa Focsa como ya te comentamos en otra Expo-hemeroteca construyó dos accesos a la isla con un presupuesto de dieciséis millones, y un plazo de ejecución de tres meses. Agromán se encargó de cerrar con una valla metálica el recinto de la Expo y el consorcio Tragsa-Aldesa se encargó, en un plazo de seis meses, de explanar el terreno de la Isla de la Cartuja con un presupuesto de cerca de cuatrocientos millones de pesetas.
Quedaban por delante mil novecientos diez días de obras continua hasta el 20 de Abril de 1992.