Sus Majestades el Rey Carlos XVI Gustavo y su esposa la Reina Silvia, presidieron aquella jornada los actos conmemorativos del Día Nacional de Suecia en la Expo 92, que organizaron con un amplio programa cultural para toda la semana en el recinto.
Los Reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia fueron recibidos en el Camino Real por el comisario general, Emilio Cassinello, y por el ministro de Relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero. Tras la firma de honor en el libro de visitantes ilustres en el interior del Pabellón Real, la comitiva se dirigió al espacio escénico del Palenque, donde aguardaban a los monarcas suecos más de dos mil ciudadanos de este país, que se trasladaron al recinto de la Muestra Universal para celebrar el Día de Honor de su país en la Expo.
El pabellón sueco fue una puerta hacia los descubrimientos que revolucionaron a la vida cotidiana, que por lo general pasaban desapercibidos, pero que, sin embargo, no se podía prescindir de ellos. Pocos son los que saben que la cremallera, la llave inglesa, los frigoríficos, el termómetro de Celsius, el cinturón de seguridad de tres puntos o la dinamita, entre otros muchos, fueron inventos suecos.
La mayoría de estos inventos fueron expuestos en el interior del pabellón de Suecia no a tamaño natural sino con unas dimensiones grandiosas.
Más de la mitad de la superficie de Suecia es zona de bosques. Por ello, no fue de extrañar que lo primero que se quiso recrear en el pabellón fueran sus bosques. Troncos de árboles de diferentes especies, todos naturales, y el canto del mirlo y del cuclillo, unido a una luz tenue y una bajada de temperatura, nos quiso transmitir la sensación de estar en uno de los muchos bosques suecos.
En el centro del pabellón se instaló una gran cúpula de color azul, Su exterior representó las correrías de los vikingos alrededor del mundo, su paso por Inglaterra, Irlanda, Norteamérica, Islandia, Groenlandia, Rusia, Constantinopla, Sevilla y Córdoba. La zona interna de la cúpula simbolizó una noche de verano en Suecia. Había césped auténtico con flores silvestres, un riachuelo y tres salmones, el pescado típico de este país nórdico, de cristal.
No podía faltar la mención a la era vikinga en Suecia. Como recordatorio el pabellón exhibió una piedra esculpida con una inscripción: <<Bibble levantó la piedra en honor a su esposa Rotjud, hija de Rodgeir, en Anga>>.
Entre los muchos inventos que se expusieron en el pabellón de Suecia y que ya hemos nombrado, cabe destacar por su gran tamaño, un frigorífico con un muñeco de nieve en su interior. La refrigeradora se inventó en este país en 1922 por Platen y Munters y su construcción fue desarrollada por la empresa Electrolux.
Ya a un paso de la salida del pabellón estaba la famosísima niña de las trenzas rojas, Pippi Calzaslargas, levantando a su caballo. Pippi hacia las delicias de mayores y pequeños que no dudaban en fotografiarse junto a ella.
El edificio, con 1.600 metros cuadrados de superficie tuvo 18 metros de altura y fue proyectado por un grupo de jóvenes arquitectos, que en la portada del edificio intentaron recordar los bosques de abedules mediante numerosas columnas estilizadas, el pabellón contó con una planta interior y otra exterior.
En la primera había dos estructuras circulares entre las cuales se extendió un gran habitáculo, en la segunda con un vestíbulo se transformó el espacio suficiente para la expresión de los artistas elegidos en forma de esculturas e imágenes en las que dominó el matiz luminoso de los países nórdicos.