Aquella jornada se celebró el Día Nacional del Sultanato de Omán en la Isla de la Cartuja. Los actos contaron con la presencia, en nombre del Sultán, del ministro de Patrimonio Nacional y Cultura, S.A. Sayyid Faisal bin Ali Said y una delegación de dignatarios de Omán.
El Pabellón del Sultanato de Omán, reproducía en su arquitectura la fortaleza de Sohar, edificación que tuvo gran importancia antes del advenimiento del Islam, y las puertas de la ciudad amurallada de Muscat, realizadas en caoba procedente de Singapur. Su peso fue de 400 kilos cada una y su realización fue totalmente artesana.
En la primera cúpula, construida en torno a una gran réplica del casco y el velamen de una de las más famosas naves omaníes, se distribuían los contenidos expositivos. Al mismo tiempo, el visitante podía dejarse llevar por los sentidos, y rodearse de música tradicional o sumergirse en el olor del incienso.
Los elementos expositivos trataron del romance que rodea al comercio del incienso y su riqueza; de las misteriosas ciudades de la antigüedad de que nos hablaban los <<Cuentos de las mil y una noches>>; de la pericia de los marinos, constructores de barcos y navegantes omaníes; de los viajes a China de Simbad el Marino, que era originario de Omán, o de los preciados tesoros que este pueblo utilizaba en su comercio con los grandes imperios de la región.
Un mapa, diseñado al estilo antiguo, daba una idea general de las grandes rutas comerciales que realizaron los marineros de Omán, desde puntos tan distantes como la India y Zanzíbar hasta el puerto de Cantón en China.
En la zona dedicada al <<Tesoro del Comercio>>, se presentaba una composición recreada de los cargamentos de los barcos mercantes de antaño. En el <<stand>> se localizaban arquetas y cofres con productos preciosos como el incienso, plata, especias, cobre, tejidos, cerámica, urnas y alfombras desparramadas, que parecían añorar el bodegón de un barco tras un intenso oleaje.
La zona intermedia estaba dominada por los artesanos traídos del país. Podía contemplarse la construcción de un barco en miniatura, empleando los mismos métodos tradicionales que utilizaban en la construcción de los grandes navíos, así como el trabajo del orfebre en plata, oficio de permanente actualidad, dedicado, sobre todo, a la fabricación de utensilios cotidianos.
En la segunda cúpula, varios paneles en tres idiomas y videos, ofrecía una panorámica de la actualidad socioeconómica del Sultanato. La presentación de los elementos expositivos podía hacerse mientras se paseaba por los pasadizos abovedados que emulaban el interior de uno de los numerosos fuertes diseminados por Omán.