Todo aquel día fue una fiesta en Guinea Ecuatorial. Este país de África Central, antigua colonia española, celebró su Día Nacional en la Expo 92 con un conjunto de actos culturales y protocolarios presididos por el Primer Ministro, Silvestre Siale Bileká.
Guinea Ecuatorial contó con uno de los mayores pabellones (205 metros cuadrados) del edificio conjunto Plaza de África.
La naturaleza jugó un papel primordial en los contenidos del pabellón guineano. Muestra de ello fue la exposición de tres ceibas (árboles típicos de esta zona de África) y dos dioramas sobre paisajes naturales del país que incluyó especies disecadas como pelícanos, serpientes, iguanas o patos.
En el centro del recinto expositivo se había instalado una choza típica del país, cuyo nombre original es <<Abaa>>. Es en ella donde se transmite la tradición oral, donde los jóvenes conocen la historia, la filosofía y el pensar de sus antepasados. Cada poblado posee su <<Abaa>>. El visitante que lo deseara podía entrar en la que se encontraba expuesta en el interior del pabellón, sentarse en sus bancos de caña y hacerse todas las fotos que quisiera.
Libros de textos para la enseñanza del castellano y de la religión católica (se vendían), artesanía tradicional, cuadros, distintas figuras realizadas en ébano y muestras de café y cacao, configuraban el resto de los poco más de 200 metros cuadrados del pabellón de Guinea Ecuatorial.