Guinea-Bissau, país africano, situado entre Guinea Ecuatorial y Senegal, celebró aquella jornada su Día Nacional en la Expo y para tal evento vino a tierras cartujanas el presidente de la República, Joao Bernardo Viera. El pabellón se situó en el complejo de Plaza de África, concretamente en la planta baja, cerca de Plaza Sony.
El pabellón, uno de los pocos de la Expo que no contó con un audiovisual, basó sus contenidos en murales, esculturas de madera, mimbre e instrumentos de música como el tambor y la flauta. El pabellón de Guinea-Bissau tenía el fondo verde y amarillo y el primer mural que se divisaba a la derecha representó a un poblado típico de la gente del campo dedicada a la ganadería.
Cerca de él había objetos de barro puestos a la venta, como bustos, jarrones y casas típicas de campo. Había otro mural que trataba sobre la pesca tradicional con métodos artesanales que se siguen empleando en determinadas zonas del país. A esta profesión se dedicaba la mayoría de las mujeres de la tribu Balanta y en la parte baja sobre la que estaba expuesta el mural se exhibió unos utensilios de pesca, muy parecidos a las nasas.
Un mural sirvió de preámbulo al visitante de los numerosos tejidos que los guineanos de Bissau utilizaban para vestirse. Tejían numerosas franjas que después unían. Predominaban los colores blanco y negro y al lado un fondeo usado en la confección de los tejidos.
Un mural hizo referencia a la tribu Mandinga, donde al lado se expuso una <<cora>>, vestimenta de la tribu confeccionada con muchos colores. También se expuso una máscara, llamada <<Koni>>, que representó el espíritu del mal, y la <<cungara>>, de la tribu Bijagó, de madera y adornada para las ceremonias de iniciación, en las que el niño pasa a ser hombre y la niña mujer.
El pabellón de Guinea-Bissau también exhibió numerosos objetos de mimbre utilizados en las faenas domésticas, como cestas para guardar la ropa sucia, otras utilizadas como maletas de viaje, para guardar los cereales y otra para seleccionarlos, más objetos de barro que se utilizaban para cocinar.
También hay una cabeza de pez berga, utilizada por la tribu Bijagó en sus ceremonias, una cabeza de <<vaca bruta>>, de la misma tribu y otra llamada <<banda>>, de madera, que representaba a numerosos grupos étnicos y evocaba al reino animal. Estaba pintada con numerosos colores cálidos y por último un mural de la capital del país, Bissau.